Hace dos años todas las miradas se fijaban en el sureño estado de Georgia. ¿La razón? Aquí se decidió el control del Senado de Estados Unidos. Fue una especie de elección para el desempate. Los triunfos de los senadores demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock dieron la mayoría azul en el Senado.
"Es con humildad que agradezco al pueblo de Georgia por elegirme para servirles en el Senado de Estados Unidos. Gracias por la confianza que han depositado en mí", decía el ahora senador por Georgia, el demócrata Jon Ossoff, minutos después de conocer la victoria.
Las victorias de Warnock y Ossoff
Ese escenario, sin duda, permitiría que el presidente Joe Biden pudiera implementar mejor su agenda de gobierno.
“Algo fundamental en el 2020 es que el Partido Demócrata necesitaba un espacio en el Senado y el cual representaba, si se ganaba, que subiera el senador Raphael Warnock. Por eso se volcó toda la intención. Para poder ganar ese escaño”, recordaba Adelina Nichols, directora ejecutiva de Alianza Latina Pro Derechos Humanos de Georgia, durante una entrevista con la Voz de América.
Pero realmente fue una elección con unos resultados ajustadísimos. Y fue en ese momento, en el que las campañas de ambos partidos se fijaron en la importancia que tienen las minorías. Especialmente, los latinos que, de alguna manera, fueron los que acabaron decidiendo la victoria por muy pocos votos.
Muy pocos votos
John King, comisionado del estado de Georgia y una de las figuras más reconocidas de los republicanos en ese estado señalaba que fueron tan solo “once mil votos” los que acabaron decidiendo el futuro del país.
“Si ves el presidente Biden ganó por una cantidad bien pequeña aquí en Georgia. Con los niveles de las personas que están votando, es un empate. Sin el voto latino ningún partido va a poder ganar y eso nos da una voz mucho más grande”, aseguraba.
“Porque las matemáticas no son tan difíciles. Si sigo perdiendo por 5 % del voto y hay casi el 8 % de comunidad asiática y latina. Ahí es la diferencia. Pero en lugar lo que hacían antes es que seguían peleando los mismos votos afroamericanos y blancos y completamente ignoraban a la comunidad latina y asiática cuando en combinación hacen la diferencia total de lo que se tiene que cerrar ese margen de 50 % para poder sobrepasarlo”, decía por su parte Brenda López, exrepresentante estatal en Georgia y miembro del Partido Demócrata.
Unos resultados ajustados
Dos años después vuelven las elecciones. Esta vez, las de medio término. Ahora se renueva parte del Senado y de la Cámara de Representantes.
“Estas elecciones definitivamente podrían marcar un precedente en tanto que el estado de Georgia podría consolidarse como un estado liberal y progresista en la región del sur profundo, una región muy conservadora”, comentaba Carlos Medina, director de campaña no partidista “Georgia, sí se puede”.
¿Qué pasa con Biden si los demócratas no ganan?
Y si los demócratas pierden su mayoría, el gobierno de Biden lo tendrá mucho más difícil para sacar adelante propuestas legislativas. Santiago Márquez, director de Asociación Latinoamericana de Georgia, una entidad que ayuda a los latinos del estado con programas de educación y asistencia legal, entre otras cosas, está convencido de que Georgia volverá a ser decisivo porque la contienda está muy ajustada.
“Todos los ojos están en Georgia porque aquí se va a decidir un senador. Y sabemos que estamos a 50-50 entre republicanos y demócratas. Entonces, todo el mundo quiere ver quién va a ganar porque eso puede decidir el balance del país”, declaró.
En esa línea, Jerry González, director de GALEO Impact Fund, expuso que el voto latino representa 385.000 electores en Georgia y esa cifra puede acabar siendo determinante.
“Tiene bastante poder de determinar quién va a salir adelante en estas elecciones para nuestro gobernador, para senador y para los congresistas también en el estado de Georgia. Eso es bastante importante que tiene impacto nacionalmente también”, dijo.
Objetivo: voto latino
Los analistas, expertos y estrategas de ambas campañas insisten en que el voto latino ya no es algo residual ni anecdótico. Con una población cada vez más polarizada, las victorias se seguirán decidiendo por muy pocos votos.
“El Senado está al 50-50 y quieren ver si van a poder mantener la mayoría de los demócratas o si van a perder dos o tres estados”, agregaba Santiago Márquez al respecto.
Y es por eso que cada vez más se verán más mensajes dirigidos a esta comunidad y a otras minoritarias, sabiendo que son ellas las que podrían acabar marcando la diferencia.
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