Las dudas respecto a uso efectivo de armas químicas y la responsabilidad del caso, llevó a al Partido Laborista de la oposición británica a impulsar una medida que tuvo un éxito bastante improbable, para bloquear la iniciativa del primer ministro de activar una respuesta militar contra el gobierno de Bashar al-Assad.
La fallida propuesta del gobierno británico al Parlamento podría hacer las cosas más difíciles para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Cameron había convocado al Parlamento a regresar anticipadamente del receso de verano para solicitar la autorización para una acción militar encaminada a "disuadir y prevenir" que el gobierno sirio utilice su arsenal de armas químicas.
Sin embargo, representantes de la opción e incluso algunos miembros de la coalición de gobierno expresaron sus dudas, y señalaron que el primer ministro podría estar actuando en forma apresurada –antes de que los inspectores de armas de Naciones Unidas (ONU) presenten su informe sobre los hallazgos y antes de que el Consejo de Seguridad puede actuar-. Cameron se vio obligado a cambiar su resolución y se comprometió a someter a una segunda votación en el Parlamento antes de que las fuerzas británicas actúen.
Cameron fundamentó el cambio de resolución en los errores del pasado, cuando el partido Laborista de la oposición estaba en el poder y el Reino Unido estuvo de acuerdo con otro movimiento militar liderado por Estados Unidos en el Medio Oriente.
"Estoy muy consciente de las lecciones de los conflictos anteriores, y en particular las dudas que existen en el país, motivadas por lo que salió mal en el conflicto de Irak en 2003. Pero al mismo tiempo, no debemos permitir que el fantasma de los errores anteriores paralice nuestra capacidad de defender lo que es correcto ", dijo el primer ministro británico.
También Cameron argumentó que lo que se contempla en Siria, son ataques aéreos contra objetivos militares específicos relacionados con las armas químicas, y no como la guerra de Irak, cuyo objetivo era derrocar al gobierno e involucró un compromiso a largo plazo de las fuerzas terrestres.
El primer ministro británico insistió en que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger al pueblo sirio del uso de armas químicas y disuadir su uso posterior, así como mantener la prohibición sobre las mismas que ya alcanza a 90 años.
En Washington, la Casa Blanca planea exponer ante los miembros del Congreso sobre la información de inteligencia disponible de los presuntos ataques con gas venenoso, que mataron a cientos de civiles en los suburbios de Damasco.
El gobierno sirio niega cualquier responsabilidad en los supuestos ataques. Los medios estatales informan que el presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo que su país se defenderá de cualquier agresión y saldrá "victorioso".
Advertencia de Irán
Mientras tanto, Irán advirtió que cualquier acción de occidente contra Siria daría lugar a la "inminente destrucción de Israel", aliado de Estados Unidos en la región.
La prensa iraní por su parte, informa que el General de división de la Guardia Revolucionaria de Irán, Mohammad Ali Jafari, dijo que cualquier acción estadounidense contra Siria sería como un "segundo Vietnam".
Por su parte, el presidente Barack Obama sostuvo que aún no ha decidido sobre las medidas, pero ha prometido que quienes violen las normas internacionales deben enfrentar las consecuencias.
Pese a la división en el seno del P-5, el grupo de cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que conforman Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, quienes están a favor de una respuesta militar contra Siria, y Rusia y China quienes hasta ahora se han opuesto, un ataque limitado podría decidirse de todas formas.
En tal sentido, el ejército francés está dispuesto a comprometer sus fuerzas a una operación en Siria si el presidente Francois Hollande decide hacerlo, afirmó el ministro de Defensa de Francia. Sin embargo el mandatario francés no ha hecho anuncios hasta el momento. Su predecesor, Nicolás Sarkozy puso a las fuerzas francesas en el liderazgo durante los ataques contra el gobierno de Muammar Gadhafi en Libia en 2011.
Turquía e Israel preparados
En la región, los países vecinos que no mantienen una buena relación con el gobierno de Bashar al-Assad, como Turquía e Israel han puesto en marcha los preparativos preventivos.
Turquía envió a su frontera con Siria, personal entrenado para identificar y descontaminar las víctimas de armas químicas, informa la agencia Reuters. Ambos países tienen una frontera terrestre de 900 kilómetros y hasta el momento medio millón de sirios se encuentran en campos refugiados en Turquía tras haber escapado de la guerra civil en Siria.
"Hemos aumentado significativamente las medidas desde la semana pasada, para estar preparados sobre todo en caso de un ataque químico", explicó Mustafa Aydogdu, portavoz de la Dirección de Gestión de Desastres y Emergencias ( AFAD ) de Turquía.
Por su parte, Israel ordenó una movilización a pequeña escala de los reservistas del ejército y reforzó sus defensas antimisiles como precaución contra un posible ataque Siria en caso de que las potencias occidentales decidan una acción militar contra el gobierno de Bashar al-Assad.
Sin embargo, un funcionario israelí informó que en una reunión del gabinete de seguridad del primer ministro Benjamin Netanyahu, las autoridades israelíes consideraron que la probabilidad de un ataque de Siria es baja.
La fallida propuesta del gobierno británico al Parlamento podría hacer las cosas más difíciles para el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Cameron había convocado al Parlamento a regresar anticipadamente del receso de verano para solicitar la autorización para una acción militar encaminada a "disuadir y prevenir" que el gobierno sirio utilice su arsenal de armas químicas.
Sin embargo, representantes de la opción e incluso algunos miembros de la coalición de gobierno expresaron sus dudas, y señalaron que el primer ministro podría estar actuando en forma apresurada –antes de que los inspectores de armas de Naciones Unidas (ONU) presenten su informe sobre los hallazgos y antes de que el Consejo de Seguridad puede actuar-. Cameron se vio obligado a cambiar su resolución y se comprometió a someter a una segunda votación en el Parlamento antes de que las fuerzas británicas actúen.
Cameron fundamentó el cambio de resolución en los errores del pasado, cuando el partido Laborista de la oposición estaba en el poder y el Reino Unido estuvo de acuerdo con otro movimiento militar liderado por Estados Unidos en el Medio Oriente.
"Estoy muy consciente de las lecciones de los conflictos anteriores, y en particular las dudas que existen en el país, motivadas por lo que salió mal en el conflicto de Irak en 2003. Pero al mismo tiempo, no debemos permitir que el fantasma de los errores anteriores paralice nuestra capacidad de defender lo que es correcto ", dijo el primer ministro británico.
También Cameron argumentó que lo que se contempla en Siria, son ataques aéreos contra objetivos militares específicos relacionados con las armas químicas, y no como la guerra de Irak, cuyo objetivo era derrocar al gobierno e involucró un compromiso a largo plazo de las fuerzas terrestres.
El primer ministro británico insistió en que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger al pueblo sirio del uso de armas químicas y disuadir su uso posterior, así como mantener la prohibición sobre las mismas que ya alcanza a 90 años.
En Washington, la Casa Blanca planea exponer ante los miembros del Congreso sobre la información de inteligencia disponible de los presuntos ataques con gas venenoso, que mataron a cientos de civiles en los suburbios de Damasco.
El gobierno sirio niega cualquier responsabilidad en los supuestos ataques. Los medios estatales informan que el presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo que su país se defenderá de cualquier agresión y saldrá "victorioso".
Advertencia de Irán
Mientras tanto, Irán advirtió que cualquier acción de occidente contra Siria daría lugar a la "inminente destrucción de Israel", aliado de Estados Unidos en la región.
La prensa iraní por su parte, informa que el General de división de la Guardia Revolucionaria de Irán, Mohammad Ali Jafari, dijo que cualquier acción estadounidense contra Siria sería como un "segundo Vietnam".
Por su parte, el presidente Barack Obama sostuvo que aún no ha decidido sobre las medidas, pero ha prometido que quienes violen las normas internacionales deben enfrentar las consecuencias.
Pese a la división en el seno del P-5, el grupo de cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad, que conforman Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, quienes están a favor de una respuesta militar contra Siria, y Rusia y China quienes hasta ahora se han opuesto, un ataque limitado podría decidirse de todas formas.
En tal sentido, el ejército francés está dispuesto a comprometer sus fuerzas a una operación en Siria si el presidente Francois Hollande decide hacerlo, afirmó el ministro de Defensa de Francia. Sin embargo el mandatario francés no ha hecho anuncios hasta el momento. Su predecesor, Nicolás Sarkozy puso a las fuerzas francesas en el liderazgo durante los ataques contra el gobierno de Muammar Gadhafi en Libia en 2011.
Turquía e Israel preparados
En la región, los países vecinos que no mantienen una buena relación con el gobierno de Bashar al-Assad, como Turquía e Israel han puesto en marcha los preparativos preventivos.
Turquía envió a su frontera con Siria, personal entrenado para identificar y descontaminar las víctimas de armas químicas, informa la agencia Reuters. Ambos países tienen una frontera terrestre de 900 kilómetros y hasta el momento medio millón de sirios se encuentran en campos refugiados en Turquía tras haber escapado de la guerra civil en Siria.
"Hemos aumentado significativamente las medidas desde la semana pasada, para estar preparados sobre todo en caso de un ataque químico", explicó Mustafa Aydogdu, portavoz de la Dirección de Gestión de Desastres y Emergencias ( AFAD ) de Turquía.
Por su parte, Israel ordenó una movilización a pequeña escala de los reservistas del ejército y reforzó sus defensas antimisiles como precaución contra un posible ataque Siria en caso de que las potencias occidentales decidan una acción militar contra el gobierno de Bashar al-Assad.
Sin embargo, un funcionario israelí informó que en una reunión del gabinete de seguridad del primer ministro Benjamin Netanyahu, las autoridades israelíes consideraron que la probabilidad de un ataque de Siria es baja.