El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, instó a los gobiernos del mundo a hacer frente a la desigualdad promoviendo la idea de la prosperidad compartida.
Pero, Kim dijo que hacerlo requerirá adaptar políticas para ayudar al 40% de las poblaciones con menos ingresos en las naciones en vías de desarrollo.
El funcionario propuso un proceso de tres pasos para reducir la desigualdad: el crecimiento de la economía, la inversión en la gente y redes de seguridad para reducir los riesgos de volver a caer en la pobreza.
Las estrategias, dijo, tienen que variar de un país a otro.
"Un país de bajos ingresos necesita aumentar la productividad agrícola. Los países de medianos ingresos pueden enfocarse más en la urbanización y en la construcción de ciudades seguras, limpias y vivibles. Para los países donde la mayoría de los niños no va a la escuela primaria, este tiene que ser la primera meta que se alcance", señaló.
Kim, quien dijo que el crecimiento económico acompañado de mejores salarios y creación de empleos, ha sido el más importante factor en la reducción de la pobreza y en impulsar la prosperidad compartida en los últimos 50 años; habló en una conferencia en el Instituto de Paz de Estados Unidos.