El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama Jill Biden viajarán el próximo lunes a Nueva Orleans, Luisiana, tras un ataque terrorista que dejó al menos 14 muertos y decenas de heridos durante una masiva celebración por Año Nuevo en el emblemático Barrio Francés de la ciudad.
"El presidente y la primera dama acompañarán a las familias y miembros de la comunidad afectados por el trágico ataque del 1 de enero y se reunirán con funcionarios en el lugar", informó este viernes la Casa Blanca en un escueto comunicado.
Nueva Orleans, famosa por su historia como crisol de tradiciones, sus alegres celebraciones y la resiliencia de sus habitantes, comienza a dar los primeros pasos hacia la normalidad después de que un estadounidense de 42 años años residente en Texas, identificado como Shamsud-Din Jabbar, corriera a toda velocidad por la célebre Bourbon Street embistiendo a la multitud.
Jabbar, quien, según las autoridades actúo inspirado por el grupo territorista Estado Islámico y fue abatido en un tiroteo con la policía. Unas 30 personas resultaron heridas.
Entre los fallecidos se encuentran una aspirante enfermera de 18 años, una madre soltera, un padre de dos hijos y una exestrella de fútbol de la Universidad de Princeton, entre otros.
Un día después de la masacre, la vía reabrió y la ciudad celebró el esperado Sugarbowl, una competencia de fútbol americano que tuvo que ser pospuesta un día debido a preocupaciones de seguridad.
El desfile de Juana de Arco en el Barrio Francés sigue programado para el lunes para iniciar la temporada de carnaval antes del famoso Mardi Gras, dijeron las organizadores, que esperan una participación usual de alrededor de 30.000 participantes.
El FBI ha continuado buscando pistas sobre Jabbar pero, un día después de iniciar su investigación, la agencia dijo que estaba segura de que este trabajó solo en la planificación del ataque.
Agentes federales detallaron que horas antes del ataque, Jabbar publicó cinco videos en su cuenta de Facebook en los que proclamó su apoyo al grupo Estado Islámico y adelantó la violencia que pronto desataría en el famoso distrito del Barrio Francés de Nueva Orleans.
El incidente de Año Nuevo es hasta ahora el asalto más mortífero inspirado por el EI en suelo estadounidense en años, y puso al descubierto lo que los funcionarios federales han advertido que es una amenaza terrorista internacional renaciente, que se produce en medio de un momento en el que el FBI y otras agencias se preparan para un drástico cambio de liderazgo en EEUU, y probables cambios de política, tras la toma de posesión del gobierno del presidente electo Donald Trump.
[Con información de Reuters y The Associated Press]
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