El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne el lunes con el mandatario egipcio, Abdel Fattah el-Sissi. Se trata de la primera visita del líder egipcio a la Casa Blanca.
El expresidente Barack Obama congeló la ayuda de Estados Unidos a El Cairo después que las fuerzas armadas egipcias encabezadas por el general Sissi derrocaran el primer presidente democráticamente elegido en Egipto, Mohammed Morsi, en 2013. Sissi fue elegido presidente un año después.
Obama no invitó a el-Sissi a la Casa Blanca y fue crítico de la represión militar a la Hermandad Musulmana, a la que Morsi representaba como presidente. Sissi considera a la Hermandad como un grupo terrorista.
La reunión del lunes en la Oficina Oval será observada minuciosamente en El Cairo, donde hay intensa curiosidad sobre las intensiones de Trump hacia Egipto y el mundo musulmán tras la prohibición del presidente a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana.
Sin embargo, la reunión no será la priemra vez que ambos líderes se reunan. Según se ha indicado ambos se entendieron bien cuando el candidato Trump se reunió con el líder egipcio en septiembre al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Sissi es el primero de tres jefes de Estado que visitarán a Trump esta semana. El miércoles, el rey de Jordania, Abdullah, será el invitado a la Oficina Oval. El jueves, Trump viajará a Mar-a-Lago, Florida, para reunirse con el presidente chino, Xi Jingping.
Antes del viaje, tanto el Sisi como Trump expresaron su mutua admiración.
Por un lado, el jefe de la Casa Blanca calificó a su homólogo egipcio de un "hombre fantástico" que ha logrado "realmente tomar el control" del país.
Por otro, el presidente de Egipto expresó su convencimiento de que Trump "será un líder fuerte".
Según analistas, además de la lucha antiterrorista, ambos líderes buscan cooperación en torno al conflicto palestino-israelí, así como coordinarse para una solución en las guerras en Libia y Siria.
