El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció que no hay buenos resultados en materia de seguridad y se refirió a la relación con Estados Unidos...
En su primer informe de gobierno de carácter oficial, López Obrador criticó lo que consideró una mala estrategia de seguridad de sus antecesores Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón y dijo que debido a ello aún persiste la violencia.
A nueve meses de gobierno, el mandatario mexicano convocó a unos 600 invitados entre políticos, gobernadores y empresarios al Palacio Nacional. En su mensajes señaló que ante los resultados catastróficos del pasado de una política de guerra, su gobierno decidió buscar resolver el problema de manera distinta, atendiendo las causas y generando empleo y oportunidades de educación, sobre todo para los jóvenes.
“Se terminó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada. Aunque todavía tenemos que trabajar mucho, porque no son buenos los resultados en cuanto a la diminución de la incidencia delictiva en el país y que está atendiéndose el problema, pero constituye nuestro principal desafío, yo soy un hombre de desafíos, de retos y soy perseverante, y por eso puedo decir que estoy seguro que vamos a lograr serenar al país”, indicó López Obrador.
Relación de México con EE.UU.
En referencia a Estados Unidos, el presidente López Obrador dijo que su gobierno busca una relación de respeto mutuo, cooperación para el desarrollo y solución negociada a problemas comunes. Señaló que la defensa de los radicados en Estados Unidos es con respeto a la soberanía de ese país y con todos los instrumentos a su alcance.
El mandatario mexicano pidió castigo ejemplar para el responsable del multihomicidio en El Paso, Texas, en agosto.
“La exigencia de que se aplique el más severo castigo al responsable de este abominable suceso”, señaló López Obrador.
Recordó que para superar la amenaza de aranceles a los productos mexicanos en Estados Unidos, se firmó un acuerdo y ya se han aplicado medidas para desactivar el fenómeno migratorio.
“Nos obliga a ser más estrictos en la aplicación de la ley en la materia, sin violar derechos humanos y rescatando a nuestro favor el reconocimiento de que se atenderá este asunto sin usar la fuerza y la coerción, sino creando oportunidades de trabajo y bienestar para la gente en sus lugares de origen”, indicó el mandatario mexicano.
En medio de desalentadores pronósticos económicos de instituciones como el Banco de México, el presidente celebró que no haya recesión.