Cuando la gente piensa en estilistas, es usualmente en el campo de la moda o del cabello. Muy pocos han escuchado sobre estilistas de comida. Pero si usted revisa un libro de comida, o la sección de comida en un periódico o los comerciales de restaurantes en televisión, usted encuentra evidencia de su trabajo.
La estilista de comida, Lisa Cherkasky, dice que cada detalle hace una gran diferencia. Su trabajo es hacer que la comida se vea muy sabrosa y provocativa a través del lente de una cámara fotográfica.
“Ayuda tener un buen ojo, ser capaz de ver a una imagen y ver si necesita un color diferente o un balance estético diferente. Usted también necesita entender de comida. Como funciona químicamente y gastronómicamente. Es como hacer una pintura o una escultura que tiene que ser atractivo estéticamente”, explica Cherkasky.
Cherkasky empezó explorando alimentos en la cocina de su casa, durante la secundaria. Luego estudió en el Instituto Culinario Estadounidense en Nueva York y trabajó como chef durante una década.
“Entonces decidí que necesitaba un cambio y empecé a trabajar con Time-Life, una casa editorial en Alexandria, Virginia. Allí estaba desarrollando recetas nuevas y parte del trabajo era ser estilista”, dice.
Cherkasky añade que al principio todo era a base de prueba y error, “cuando empecé no había mucha literatura al respecto. Ahora usted puede leer. Hay muchas cosas sobre estilización de comida, incluso, se pueden tomar clases”.
Cherkasky cree que amar la comida ayuda. Ella afirma que le encanta ver la comida, saborearla y leer sobre ella. Según la estilista, la comida reúne a la gente y esto es esencial.