Por casi 10 años, 826 Valencia, una organización sin ánimo de lucro, ha ayudado a estudiantes en Estados Unidos a convertirse en mejores escritores.
En medio de un barrio hispano, la dirección de 826 Valencia se ha convertido en un lugar para divertirse, donde tanto estudiantes como visitantes, satisfacen su curiosidad ya que en lugar de una librería o un café, encuentran una tienda de piratas que da la bienvenida a todo el mundo.
Convirtiendo 826 Valencia en una tienda de piratas, Leigh Lehman, el director ejecutivo de la organización, busca que los estudiantes entren en su estado más creativo. “Esta no es una escuela, ni un centro de tutoría. Este es un lugar mío, para mí, para encontrar mi voz, mi creatividad y triunfar”, dice Leigh.
La meta es ayudar a los estudiantes de escuelas públicas de entre seis y 18 años de edad a escribir creativamente.
Durante la jornada académica diaria, diferentes grupos realizan visitas para trabajar en proyectos de escritura. Después de la escuela, estudiantes vienen para recibir consejo en su escritura creativa. Muchos de los participantes son hijos de familias de inmigrantes.
“Un gran número de los padres de familia no hablan inglés, lo que les dificulta ayudar a sus hijos con las tareas. Proveemos servicios que familias no podrían pagar”, indica Leigh.
El gerente ejecutivo de 826 Valencia, Gerald Richards, dice que debido a problemas presupuestales, las clases de arte están desapareciendo de las escuelas públicas y por ello también la habilidad de los estudiantes de utilizar su imaginación.
Richards afirma que ser creativo y poder innovar son cualidades muy importantes incluso en las ciencias. Saber cómo escribir bien les permitirá a estos estudiantes llegar más allá de la universidad.
Fundado en San Francisco por el autor estadounidense Dave Eggars y el educador Nínive Calegari, el programa de 826 Valencia, que actualmente sirve a 30.000 estudiantes de Estados Unidos, ha tenido tanto éxito que se ha extendido a otras siete ciudades.
