"La situación de Venezuela como estado como país es lamentable, para la comunidad internacional es un mensaje claro de que el gobierno de Maduro está en un desacato de lo que representa precisamente las bases de la comunidad internacional, un estado de derecho, un estado democrático que tiene el compromiso de velar por sus ciudadanos", dijo la Voz de América, la presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH.
Esmeralda Arosemena de Troitiño, hizo la declaración minutos después de que se prohibiera a la comisión el ingreso a un avión de Copa Airlines, en Panamá.
La comisión tenía planeado arribar al país petrolero por invitación del gobierno encargado de Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países, en medio de la incertidumbre debido a que la presidencia en disputa de Nicolás Maduro no autorizó la entrada al organismo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La presidenta de la CIDH, junto a Edison Lanza, Relator Especial para la Libertad de Expresión y Paolo Abrāo, secretario ejecutivo de la CIDH, habían denunciado previamente en Twitter lo que estaba pasando.
"Teníamos previsto empezar hoy nuestro viaje a Caracas, y estuvimos en el aeropuerto para realizar nuestro 'check in', y efectivamente lo hicimos, entramos en el aeropuerto, pero cuando estábamos en la puerta del avión para abordar, un funcionario de Copa Airlines nos informó que había recibido instrucciones desde Venezuela para impedir nuestro abordaje", dijo Paulo Abrāo a la VOA en una entrevista vía Skype.
Sin embargo, el funcionario dijo que a pesar de esta postura del gobierno de Nicolás Maduro, cuentan con un Plan B para igualmente reunirse con las organizaciones que velan por los derechos humanos, así como con algunas de las víctimas que han huido a Cúcuta, Colombia.
"Inmediatamente el gobierno de Colombia muy amablemente entró en contacto con la Comisión y ofreció las condiciones para el seguimiento de la visita; y que, si por lo tanto el gobierno de facto de Venezuela no permite a la CIDH ingresar o deniega a su propio pueblo el derecho a tener acceso a la jurisdicción interamericana de los derechos humanos, nosotros vamos por lo tanto encontrarlos en la frontera", dijo Abrāu a la VOA.
Por su parte, El relator especial para la libertad de expresión, Edison Lanza, aseguró que a pesar de estos esfuerzos por bloquear la labor de la CIDH de parte de Maduro, ellos seguirán de cerca apoyando a las verdaderas víctimas, que son la población civil.
Por su parte, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, protestó ante la negativa del Gobierno de Nicolás Maduro de permitir el ingreso a la Comisión a través de un tuit publicado en su cuenta personal.
Posteriormente escribió: "Esto no va a ocultar las pruebas de que en Venezuela se violan los DDHH y la condena mundial a una dictadura que bloquea la solución a la crisis. Seguiremos del lado de las víctimas, sus familiares, y avanzando en acciones para ponerle fin a esta tragedia y sanar como país".
La situación contradice la postura anterior del presidente interino, que había garantizado previamente la visita "In loco" de la comisión.
El pasado 2 de febrero, la Comisión fue invitada por el gobierno de Juan Guaidó para visitar el país. Para agosto, la OEA ya había aprobado una resolución que pedía la visita de la Comisión a la nación suramericana. La comisión no ha visitado el país petrolero desde hace 18 años.
Sin embargo, el gobierno en disputa de Maduro ya había advertido que no permitiría el ingreso a la comisión.
"Venezuela NO es miembro de la OEA. El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no ha invitado o aceptado visita de delegación alguna de la CIDH. La visita anunciada en medios NO está autorizada", dijo Jorge Arreaza, canciller del gobierno en disputa de Venezuela, en su cuenta de Twitter, donde adjuntó la carta enviada al organismo en donde advertían que no permitirían su ingreso.
La situación es una más en las tensiones surgidas entre el gobierno en disputa de Nicolás Maduro y Juan Guaidó, proclamado presidente interino y reconocido por más de 50 países en el mundo, y quien recientemente realizó una gira internacional que incluyó Estados Unidos, para solicitar apoyo a los esfuerzos de la oposición para una solución a la salida de Maduro del palacio de Miraflores.