En Florida, Pennsylvania, California, Oregon y Washington, cientos de personas salieron a las calles para expresar su oposición a la victoria de Trump, sobre la demócrata Hillary Clinton.
En Miami, 35 mujeres se manifestaron en el centro para expresar su preocupación por la elección de un presidente "racista y misógino", y subrayaron que no permitirán "un liderazgo basado en el sexismo y el racismo".
Las manifestantes, afroestadounidenses e hispanas, portaban carteles en los que se podían leer consignas como "el odio no es política" o "el futuro es femenino".
Las mujeres contaron que están "asustadas" por la victoria del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y por eso decidieron salir a las calles.
En Los Ángeles, la policía dijo que unas 500 mujeres salieron a las calles al lado de la Universidad de California, algunas gritando groserías contra Trump y otras exclamado "¡Ese no es mi presidente!".
Hubo manifestaciones más pequeñas en la zona y en los vecindarios de Berkeley, Irvine and Davis y en San Jose State.
En Oakland, más de 100 personas salieron a protestar, los manifestantes quemaron una efigie de Trump, rompieron ventanas de las oficinas del diario Oakland Tribune y prendieron fuego a neumáticos y pilas de basura.
La Patrulla de Carreteras de California informó que una mujer fue atropellada por un vehículo y resultó herida de gravedad.
En Oregón, docenas de personas bloquearon el tránsito en el centro de Portland y causaron retrasos en los trenes.
La multitud llegó a abarcar unas 300 personas, entre ellas algunas se sentaron en medio de la calle para impedir el tránsito.
Los manifestantes quemaron banderas estadounidenses y gritaron "¡Ese no es mi presidente!".
En Seattle, unas 100 personas salieron a protestar en el vecindario Capital Hill, trancando el tránsito y prendiéndole fuego a una pila de basura.
En Pennsylvania, cientos de estudiantes de la Universidad de Pittsburgh marcharon por las calles.