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Proyecto de reforma migratoria


Los senadores demócratas propusieron medidas para legalizar la situación de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos.

Seis senadores demócratas estadounidenses presentaron un nuevo proyecto para una reforma migratoria integral que legalice la situación de 11 millones de indocumentados y refuerce la seguridad fronteriza, según un comunicado que presentaron.

Los senadores Robert Menéndez, Harry Reid, Dick Durbin, Chuck Schumer, John Kerry y Patrick Leahy proponen medidas que según ellos son “severas, inteligentes y justas”, y que incluyen dar más énfasis a la seguridad fronteriza, así como permitir que los indocumentados se registren con el gobierno estadounidense y cumplir con una serie de requisitos para obtener una residencia permanente.

“Esta legislación envía una señal al pueblo estadounidense de que estamos comprometidos a arreglar nuestro fallado sistema de inmigración”, dijo Menéndez. “Estamos a favor de una solución completa –una solución real- para poner fin a la inmigración de indocumentados y restaurar el cumplimiento de la ley”.

“Una reforma eficaz de nuestro sistema migratorio sólo se producirá como resultado de un esfuerzo bipartidista, y esta legislación es un punto de partida muy fuerte para llevar a cabo este proceso”, dijo por su parte el senador Leahy.

La Ley de Reforma Integral de Inmigración de 2011 presentada por los legisladores incluye un sistema obligatorio de verificación de empleo y un programa que requeriría a los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos a registrarse con el gobierno, aprender inglés, pagar multas e impuestos, pasar por un chequeo de antecedentes y “esperar en fila para la residencia permanente”, detalla el comunicado.

Pero hay altas posibilidades de que este proyecto naufrague –al igual que otra propuesta similar presentada en la sesión legislativa anterior- ya que la reforma migratoria es resistida por muchos republicanos, que tienen mayoría en la cámara baja.

En la antesala de su campaña para las elecciones de 2012, el presidente Barack Obama ha intensificado su llamado a que se apruebe una reforma migratoria en el Congreso estadounidense, que fue una de sus promesas antes de llegar al poder. Sin embargo, ha sido criticado por la comunidad hispana por no lograr avanzar su promesa y por continuar con las deportaciones masivas de indocumentados.

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