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Putin incita a la lucha por el poder en Ucrania mediante propaganda


Vladimir Putin

Vladimir Putin

presidente de Rusia

“El Parlamento y el presidente de la Rada siguen siendo el único poder legítimo [en Ucrania]”.

Falso
La ley prohíbe legalmente que el presidente levante la ley marcial mientras Ucrania esté bajo un ataque que amenace su independencia e integridad territorial.

Rusia ha estado acumulando tropas en las fronteras con Ucrania y aumentando su intimidación nuclear, esto incluye ejercicios militares que simularon el lanzamiento de armas nucleares tácticas cerca de las fronteras europeas.

Con aproximadamente medio millón de tropas en Ucrania, Rusia está reuniendo otras 300.000 para sus planes ofensivos de verano, según informes de inteligencia.

Junto con la destrucción sistemática de la infraestructura crítica de Ucrania, Moscú continúa atacando a los ucranianos y sus aliados extranjeros con propaganda y desinformación diseñadas para confundir y desviar a los supuestos adversarios del Kremlin de sus verdaderos planes.

El presidente Vladimir Putin es uno de los principales impulsores de la desinformación en Rusia. Su reciente retórica de “paz” coincidió con el aparente avance de los esfuerzos bélicos en Ucrania y amenazas a los aliados de Kiev. Prometió “graves consecuencias” para los países europeos “pequeños y densamente poblados”, recordándoles lo vulnerables que son ante el poder nuclear de su nación.

Putin también dirigió un ataque de propaganda contra el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy con el objetivo de sembrar el descontento e incitar a una lucha de poder entre el presidente y el parlamento, la Verkhovna Rada (Rada Suprema).

"El Parlamento y el presidente de la Rada siguen siendo la única autoridad legítima [en Ucrania]. Por lo tanto, básicamente, si querían celebrar elecciones presidenciales, simplemente deberían haber derogado la ley marcial en ese momento y celebrado las elecciones."

Esto es falso.

Ni la Verkhovna Rada, ni el presidente ucraniano pueden “derogar” la ley marcial y celebrar elecciones presidenciales mientras la nación está en guerra.

La ley ucraniana no otorga a la Rada la autoridad para levantar la ley marcial, sólo el presidente puede emitir un decreto para revocarla. Pero la ley prohíbe que el presidente levante la ley marcial mientras Ucrania esté bajo un ataque que amenace su independencia e integridad territorial.

El 24 de febrero de 2022, tras la invasión de Ucrania por parte del Ejército ruso, Zelenskyy presentó una propuesta que fue aprobada por la Verkhovna Rada para establecer la ley marcial en el país.

El presidente ucraniano y la Rada extendieron la ley marcial varias veces, mientras Rusia intensificaba sistemáticamente sus ataques contra los civiles y la infraestructura del país.

Zelenskyy se convirtió en presidente de Ucrania en 2019 y su mandato de cuatro años finalizó el 20 de mayo de 2023. Sin embargo, el artículo 108 de la Constitución ucraniana establece que el mandato de un presidente concluye solo cuando se elige un nuevo presidente. Y la ley sobre “el régimen jurídico de la ley marcial " prohíbe las elecciones presidenciales bajo la ley marcial.

El presidente de la Verkhovna Rada, Ruslan Stefanchuk, respondió a Putin en una publicación de Facebook diciendo: “Volodymyr Zelenskyy seguirá siendo el presidente de Ucrania hasta el fin de la ley marcial”.

Según encuestas de opinión pública realizadas en febrero, el 69 % de los ucranianos encuestados se opusieron y el 15 % apoyaron la celebración de elecciones en tiempos de guerra.

A finales de mayo, Rusia ocupaba aproximadamente el 18 % del territorio de Ucrania.

Los civiles ucranianos en los territorios ocupados por Rusia siguen sufriendo torturas, violaciones, asesinatos y rusificación forzada a manos de las fuerzas invasoras y las administraciones de ocupación.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas informó el 31 de mayo que “las autoridades ucranianas documentaron pruebas de 128.498 crímenes relacionados con la guerra, de los cuales 12.353 estaban relacionados con el asesinato ilegal de civiles y soldados fuera de combate [que no participaban en el combate] cometidos por las fuerzas rusas”.

La Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de la ONU verificó más de 10.000 muertes de civiles ucranianos y casi 19.000 heridos en el segundo aniversario de la guerra en febrero pasado. De acuerdo con las Naciones Unidas, las cifras reales probablemente sean mucho más altas. La guerra también ha desplazado a más de 10 millones de personas, de las cuales casi 6.5 millones han buscado refugio fuera de Ucrania.

Los ataques sistemáticos con misiles de Rusia devastaron la economía de Ucrania, destruyendo ciudades enteras y asestando golpes catastróficos a su infraestructura clave.

Rusia también continúa con la deportación ilegal de niños ucranianos, un crimen de guerra según el derecho internacional.

El año pasado, la Corte Penal Internacional de La Haya emitió una orden de arresto internacional contra Putin después de condenarlo por crímenes de guerra por su papel en el secuestro masivo de niños ucranianos.

El ataque de Putin a la legitimidad de Zelenskyy se ajusta a una táctica propagandística llamada “acusación en un espejo” o proyección, entre las favoritas de Joseph Goebbels, el ministro nazi de Ilustración y propaganda.

Elegido por primera vez en 2020, Putin es ahora el líder que ha gobernado más tiempo en Rusia. Para asegurar su control del poder, cambió la Constitución rusa ampliando el servicio presidencial de dos mandatos consecutivos de cuatro años a dos mandatos de seis años.

Después de sus primeros ocho años seguidos de un gobierno en la sombra de cuatro años como primer ministro, Putin regresó al Kremlin en 2012 supuestamente para dos mandatos de seis años, lo que significó el fin de su presidencia en 2024.

Pero Putin volvió a cambiar la constitución en 2020 para “restablecer” los límites de su mandato presidencial. La enmienda anuló las presidencias anteriores de Putin y le permitió postularse para mandatos adicionales en 2024 y nuevamente en 2030, asegurando potencialmente su lugar en el Kremlin hasta 2036.

A lo largo de los años, la oposición interna y los observadores internacionales han calificado las elecciones de Putin como antidemocráticas, no libres e injustas, citando manipulación electoral como el relleno de votos, el dominio de los medios de comunicación controlados por el Estado, la supresión de la oposición mediante acoso y encarcelamiento, y restricciones a las protestas y actividades políticas.

Después de las elecciones presidenciales de este año en Rusia (que Putin ganó con casi el 88 % de los votos), el Parlamento Europeo dijo que la presidencia de Putin no era legítima y que su autoridad presidencial sobre los territorios ucranianos ocupados era igualmente ilegítima.

La UE afirmó en una resolución el 25 de abril que las “llamadas elecciones presidenciales” en Rusia fueron una “actuación ridícula de las autoridades rusas” que “tenían el único objetivo de crear la apariencia de legitimidad electoral para Vladimir Putin”.

[Este artículo fue originalmente publicado por Polygraph y traducido por Mila Cruz].

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