El año escolar en Estados Unidos está a punto de terminar y con el fin de curso, son miles los maestros que ya tienen un plan de trabajo distinto para después del verano, cuando habría que volver a las aulas. La fuga de profesores de las escuelas es un problema silencioso a escala nacional que complica al sistema educativo y que parece acentuarse más cada día.
Durante 26 años el profesor de origen salvadoreño Félix Herrera se forjó una carrera como docente en el norte de Virginia, junto a Washington. En conversación con la Voz de América pasa revista a los cambios que se han dado en las aulas en las últimas décadas que -desde su punto de vista- empujan a los profesores a buscarse otra carrera.
Herrera dice que la sociedad en general se ha “aprovechado de la bondad de los maestros” por aquello de que los que se dedican a esa carrera lo hacen por la vocación de servir e impulsados por el “interés de dar”, pero que comparado a otras profesiones no se le remunera con un salario justo el sacrificio.
“Los maestros en general reciben un pago en promedio por debajo del pago de otros profesionales. Hemos quedado -como gremio- en una situación en Estados Unidos y otras partes del mundo donde el profesor es mal pagado y no se le recompensa el trabajo”, considera Herrera.
Los datos de la Asociación Nacional de Educación (NEA) de este 2023 indican que el rango de salario medio para profesores en EEUU es de 66.745 dólares; esos montos no incluyen los descuentos de los impuestos y seguros.
Desde Los Ángeles, el profesor Randy Jurado le dice a la VOA que no se puede olvidar que en EEUU para lograr cualquier formación universitaria -incluida la de docencia- se acude a préstamos estudiantiles y al empezar a trabajar, el profesional arrastra una deuda por arriba de los 50.000 dólares como promedio.
Aunque en América Latina estas cifras podrían parecer altas, al compararlas con el costo de vida agudizado por la inflación y en especial por el alto precio de la vivienda en las urbes estadounidenses -para abril de este año, según el centro especializado US News, una familia paga unos 1.976 dólares al mes por vivienda- los salarios se encogen para cualquier trabajador.
Los estados que pagan menos a los profesores son Florida, Mississippi y Dakota del Sur, y los que mejor pagan son California, Massachusetts y Nueva York, con promedios arriba de los 85.000 dólares.
Problemas que alientan la fuga de maestros
Al tema salarial se suman otros factores en la sociedad que desaniman a los docentes a seguir en las aulas, porque cada vez más, con las nuevas tecnologías y otros comportamientos colaterales, “la ingobernabilidad” llega al salón de clases y para los maestros es mucho más complicado manejar a grupos de estudiantes, apunta Herrera.
Las cada vez más frecuentes noticias de actos de violencia en las escuelas, como tiroteos o estudiantes que llegan con armas a las aulas, también se cuelan entre las preocupaciones de los docentes.
“Es difícil estar en ese ambiente laboral actual, por la violencia, por la falta de respeto, el poco pago; obviamente no hay mucha gente que quiera estar en esas condiciones”, dijo Herrera, que hoy se dedica a la asesoría docente para colegios privados.
El profesor Henry Salinas, quien lleva 20 años de carrera entre el norte de Virginia y Washington, y creció y estudió en las escuelas del área de Washington, que en su tiempo "era inaudito pensar en tratar con determinadas malas palabras a un maestro, hoy eso es lo normal", dijo sobre los insultos directos que reciben los profesores de parte de los estudiantes.
La situación se complica porque las reglas de disciplina con llamados a los padres en la gran mayoría de casos no surten efecto, dijo. “Para los padres sus hijos siempre son perfectos”, estos se repliegan a la defensa de sus hijos, con lo que el profesor pierde la neutralidad que antaño le permitía gobernar el salón, agregó.
Otros estudios de aproximación al problema apuntan a un combinado de factores que llevan “al agotamiento de los maestros” que se acentuó durante la pandemia y a la sensación generalizada de que a su alrededor “existe poco respeto”.
A diferencia de los países latinoamericanos, donde los sistemas educativos están centralizados por el Ministerio de Educación, en EEUU las escuelas se organizan por distritos escolares dirigidos por los gobiernos locales y bajo leyes estatales, que a la vez reciben fondos federales a partir del número de habitantes del Censo de población y otras ponderaciones.
Una investigación de The Washington Post determinó que iniciativas en muchos distritos escolares para restringir los contenidos o formas en que los profesores puedan referirse a determinados temas como el racismo, el género y la orientación sexual desaniman a los profesores.
Algunas de estas iniciativas definen al detalle lo que se puede o no se puede enseñar en las aulas, o cómo abordar asuntos históricos y de actualidad, lo que complican el panorama para los maestros, dijo una profesora que inició este año el magisterio y pidió no revelar su identidad. Dijo que le preocupa "poder hacer frente a esas demandas actuales" en el aula.
Lynn Gangone, presidenta de la Asociación Estadounidense de Universidades para la Formación Docente (AACTE), considera que ese tipo de iniciativas "no está ayudando" ante el creciente problema de fuga de maestros.
La AACTE estima que más de 17 millones de estudiantes se han visto afectados en su aprendizaje al ver "restringidos" abordajes sobre temas de raza o asuntos de género.
En caída matrícula de formación de docentes
A la fuga masiva de profesores no alienta la esperanza de un reforzamiento de la plantilla con profesores recién graduados y dispuestos a enseñar. Al contrario, los centros universitarios de formación de profesores también están registrando bajas matrículas.
Lynn Gangone, presidenta AACTE, ha alertado que la situación en la educación se encamina a un punto crítico.
“Dado el alcance y la escala de la escasez de maestros debemos evaluar todas las oportunidades actuales y nuevas en función de si contribuirán a aumentar la inscripción en los programas de preparación de educadores (…) Las prioridades estratégicas de la asociación no cambiarán, haremos hincapié en el corto plazo para abordar la escasez de docentes, entendiendo que al hacerlo de manera cuidadosa podemos avanzar en nuestras prioridades”, considera en su plan de trabajo para este año.
Investigaciones de la AACTE indican que un 20 % de las instituciones universitarias han visto disminuir las inscripciones de estudiantes para la docencia en al menos un 11 %, y un 13 % notificaron de disminuciones “muy significativas” en el número de nuevos estudiantes.
"No sé qué tan mal tendrá que ponerse antes de que nos demos cuenta como país de que si no invertimos en educación, no tendremos a nadie en las aulas para enseñar a nuestros hijos", apuntó Gangone.
Como buena noticia entre el gris panorama, el Mary Lou Fulton Teachers College de la Universidad Estatal de Arizona ha registrado un aumento en la matrícula de estudiantes para preparación como docentes al poner en marcha desde 2017 un programa de becas financiado por el Estado que permite a los jóvenes graduados para el magisterio iniciar su vida laboral sin deudas si se comprometen a enseñar en las escuelas de Arizona durante determinado tiempo.
Esta modalidad también se ha puesto en práctica en la Universidad de Wisconsin - Madison que ofrece apoyo financiero si los estudiantes firman un contrato para trabajar en las escuelas del Estado durante al menos cuatro años.
Frentes de lucha
Un logro eventual de los profesores en California de un aumento salarial significativo, y una batalla legal en Florida ofrecen una perspectiva del estado del sector docente en EEUU, que en unos días comienza el receso de verano.
En Los Ángeles, el profesor Randy Jurado dijo a la Voz de América que terminan el año escolar con muchas esperanzas por un logro histórico ganado hace apenas unas semanas para conseguir un aumento salarial del 21 % bajo un compromiso con la ciudad a cumplirlo en tres años.
Jurado enfatiza que el problema principal en la fuga de maestros es que el sistema está anquilosado, y para llegar a tener un escalafón de salario alto se necesita trabajar 20 o 30 años, lo que dificulta el reclutamiento de nuevos profesores para cubrir la creciente salida.
“Se empieza con los 50.000 y algo. Es injusto porque tendría que dedicar 20 o 30 años” para llegar a una escala superior de ingresos, dijo Jurado. “Ese salario de inicio apenas alcanza para pagar la renta y no se diga para querer comprar una casa, es la razón por la que mucha gente no quiere seguir”, apuntó.
Este profesor muestra los documentos que el Sindicato de Maestros, que agrupa a más de 34.000 educadores, logró en una “ardua negociación” bajo mediación, con la amenaza de un paro generalizado, antes de terminar este año o al iniciar el próximo curso.
Los rangos salariales irían de 69.000 a 122.000 dólares anuales, de lograrse el acuerdo pactado por el Sindicato de Maestros de Los Ángeles.
“Ha sido una lucha importante, porque nos unimos con otros sindicatos para lograrlo”, comentó Jurado que espera que este sea un estímulo para seguir en la clase, porque muchos profesores se van a trabajar en otros sectores “donde hacen sacrificios, pero reciben un buen pago”.
Por el contrario en Florida, el estado que aparece en la lista de las peores pagas para los profesores, la Asociación de Educación (FEA) y tres sindicatos afiliados presentaron una demanda federal la semana pasada contra el Proyecto de Ley del Senado (SB) 256, promulgada por el gobernador Ron DeSantis, alegando inconstitucionalidad y violación de la Primera Enmienda porque la nueva ley de Protección del Salario, aprobada por el bloque conservador, restringiría a los maestros el derecho a opinar y agruparse para pelear por reivindicaciones salariales.
Según los demandantes, el nuevo cuerpo legal de Florida impide “derechos contractuales” de contractos activos negociados con anterioridad con universidades y distritos escolares bajo acuerdos colectivos.
“Nosotros, como educadores en Florida, ejercemos nuestros derechos constitucionales y, por hacerlo, enfrentamos represalias políticas por parte del gobernador de este gran Estado”, dijo el presidente de la FEA, Andrew Spar.
El gobernador de DeSantis dijo en las redes sociales que la Ley protege a los profesores de los sindicatos. “Los maestros de Florida podrán elegir cómo se gasta el dinero que tanto les costó ganar. Los sindicatos escolares ya no podrán tomar como rehenes los cheques de pago de los maestros con amenazas veladas mientras ocultan a dónde va el dinero”, dijo.
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