El Centro de Predicción del Clima Espacial de Estados Unidos (SWPC, por sus siglas en inglés) emitió el viernes una alerta de tormenta geomagnética fuerte para el sábado y señaló que esta podría afectar los sistemas de energía y comunicaciones.
La Voz de América le explica qué es, por qué se produce y cuál es su afectación.
¿Qué es una tormenta geomagnética?
Es una perturbación intensa del entorno magnético de la Tierra, que puede durar desde horas hasta días. Aunque las tormentas se presentan de manera simultánea en toda la Tierra, en algunos puntos son más amplias que en otros. Esto depende de la latitud, siendo mayores cuando esta es más alta.
El Observatorio de Dinámica Solar de la agencia espacial estadounidense, la NASA, informó haber observado una llamarada solar significativa, o "eyección de masa coronal" (CME), el jueves. Las llamaradas -o CME- son erupciones poderosas en la superficie del Sol que envían toneladas de gas y radiación sobrecalentados al espacio.
¿Cómo se produce?
“Se producen por una ruptura del equilibrio magnético de ese entorno terrestre. La Tierra como planeta, y el Sol como nuestra estrella más cercana, tienen un campo magnético asociado. Cuando por alguna razón ese equilibrio magnético se rompe abruptamente en las cercanías de la Tierra, es cuando decimos que se produce una tormenta geomagnética”, afirma el físico Camilo Buitrago-Casas, magíster en Astronomía de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), según el periódico web de la academia.
"Su origen es externo y se producen por un aumento brusco de las partículas emitidas en las erupciones solares que alcanzan la magnetósfera, produciendo alteraciones en el campo magnético terrestre", señala un documento del Instituto Geográfico Nacional de España.
¿Cuáles son los efectos de estas tormentas?
Según un artículo de periódico de la Universidad Nacional de Colombia, las tormentas pueden "alterar los sistemas eléctricos, tener efectos en las comunicaciones, especialmente en las frecuencias de HF a 30 megahertz o BHF en los sistemas de navegación, y afectar aviones a grandes alturas, pues cuando hay una tormenta magnética el flujo de protones puede generar mayores dosis de radiación sobre la tripulación de algunos aviones".
Por otro lado, las ráfagas de radiación a menudo se dirigen hacia la Tierra, y aunque la radiación dañina de una llamarada no puede atravesar la atmósfera para afectar físicamente a los humanos, sí son lo suficientemente fuertes, pueden perturbar la atmósfera en la capa donde viajan el GPS y otras señales de comunicación.
¿Quién la monitorea?
Cuando la actividad solar podría afectar la actividad diaria en la Tierra, el SWPC, una división de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), emite una alerta o advertencia.
En este caso, el centro emitió una alerta de tormenta fuerte, o G3, para el sábado.
La NASA y la NOAA han desarrollado la Estrategia y Plan de Acción Nacional de Clima Espacial para ayudar a mitigar los efectos de los eventos solares. Esta última estableció el SWPC en Boulder, Colorado, para monitorear la actividad solar.
* La periodista Karen Sánchez contribuyó desde Bogotá con este reporte.
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