Ricardo Cusanno, un exdirigente del principal gremio empresarial de Venezuela, con estudios en derecho y promotor del “entendimiento” entre las partes políticas en conflicto, ha sido designado judicialmente para liderar la intervención de la Cruz Roja en esa nación suramericana.
Una sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que suele decidir a favor del chavismo, ordenó el viernes la intervención de la Cruz Roja venezolana por presuntos maltratos y abusos a su voluntariado y al personal.
Se concretó así la destitución de Mario Villarroel, su presidente por 43 años, y designó en su lugar a Cusanno como cabeza de una junta interventora ad-hoc.
Cusanno presidió entre 2019 y 2021 la mayor asociación de empresarios del país, Fedecámaras, mostrando intenciones de reconciliar al gremio con el gobierno de Nicolás Maduro, enfrentados por posturas económicas y políticas durante años.
De 47 años, es abogado de la Universidad Santa María, con una especialización en derecho en la Universidad Metropolitana de Caracas.
También, ha sido presidente del Consejo Superior de Turismo y ha ocupado otros cargos directivos en Fedecámaras, según el portal Poderopedia, que perfila a los distintos actores políticos, sociales y económicos de Venezuela.
Cusanno, quien habla español, inglés e italiano, de acuerdo con su perfil en LinkedIn, es miembro del Foro Cívico, un movimiento de organizaciones de derechos humanos y que promueven la redemocratización del país.
El Foro Cívico fue noticia nacional tras reunirse varios de sus miembros sorpresivamente con Nicolás Maduro en el Palacio Presidencial de Miraflores en abril del año pasado, en un momento donde las negociaciones de Ciudad de México estaban paralizadas. Cubano participó en el encuentro.
Algunos sectores opositores criticaron aquella reunión y consideraron que erosionaba la vía del diálogo en México, con la facilitación de Noruega y otros actores internacionales.
El Foro Cívico venezolano llegó a tener un representante en el comité de postulaciones para la reforma judicial desde el Parlamento, de mayoría chavista y considerado ilegítimo por la oposición tradicional.
Entonces, Cusanno criticó que se perdieran “espacios” políticos porque algunos actores no hacían “lo que deben hacer” debido al presunto “costo reputacional” que involucraba.
Además, dejó entrever que Maduro no debía salir del poder, sino que, como todos los funcionarios del país, debía “respetar las reglas” del respeto y la democracia.
El Foro Cívico emitió un comunicado el domingo donde valora que la intervención de la Cruz Roja por vía judicial es “un gravísimo precedente que vulnera el derecho a la libre asociación”, sin mencionar a Cusanno y reivindicando la necesidad del “diálogo”.
Ese movimiento se desentendió de la decisión de Cusanno, subrayando que nunca se le informó formal ni informalmente del proceso judicial sobre la Cruz Roja.
La nueva directiva
Este lunes, la organización intervenida publicó un comunicado firmado por los miembros de la junta ad-hoc que la dirigirá por al menos 12 meses, entre los que están miembros de los ámbitos empresariales, de salud, universitarios y deportivos del país.
Integran la nueva directiva Alberto Vollmer, dueño de la compañía Ron Santa Teresa; el esgrimista medallista olímpico, Rubén Limardo; María Fátima Garcés, vicerrectora académica de la Universidad Central; y Juan Simón Muñoz, médico cardiólogo.
Los acompañan Jhoanna Pantoja, voluntaria de la Cruz Roja y presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería de la Universidad Central, así como la médico ginecobstetra Griswill Fonseca.
Buscando “soluciones”
Cusanno dirige desde 2009 un hotel que es propiedad de su familia desde 1990, El Conde, ubicado en el centro de Caracas y donde se han hospedado figuras notorias de la política venezolana, como los expresidentes Marco Pérez Jiménez y Hugo Chávez Frías.
Tres semanas antes del fallo judicial sobre la Cruz Roja, Cusanno aseguró en una entrevista en el canal Globovisión que le dedica “mucha parte” de sus días “a la búsqueda de soluciones y al trabajo de espacios de entendimiento entre las organizaciones sociales”.
En esa planta televisiva, propiedad de un empresario acusado por Estados Unidos de lavado de capitales en sociedad con funcionarios venezolanos, Raúl Gorrín, Cusanno dijo que su propósito es “hacer propuestas en favor del país”.
Asimismo, reveló que también es empresario del sector salud y dijo haber visto los efectos negativos de las sanciones económicas extranjeras contra el gobierno de Nicolás Maduro y sus instituciones, por el “temor” de sus proveedores.
En esa entrevista, hizo votos por un “acuerdo de convivencia” entre el oficialismo y la oposición en Venezuela. “La gente quiere soluciones (…) no puedes condicionar la vida de un pensamiento político aunque no estés de acuerdo con él”, expresó, insistiendo en su desacuerdo con una política “confrontacional”.
Dirigente criticado
El ex presidente de Fedecámaras escribió en Twitter que asumía “con humildad y compromiso” la tarea de “restauración de la institucionalidad” de la Cruz Roja.
Prometió trabajar en conjunto con organizaciones de la sociedad civil local e internacional, incluyendo la Cruz Roja, para adelantar “un proceso transparente” en la organización.
Voceros de la oposición, como el legislador y dirigente del partido Primero Justicia, Juan Pablo Guanipa, lo han acusado desde el fallo del viernes de colaborar con el chavismo.
“Veo con extrema preocupación cómo Cusanno colabora con el TSJ del régimen y se presta para una acción tan baja como esta”, manifestó en sus redes sociales.
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