La intención del presidente Donald Trump de indultar al exjefe de policía Joe Arpaio, recientemente hallado culpable de desacato en Arizona, parece ahora más complicada tras la violencia racial en Virginia: sus detractores aseguran que perdonar al aguacil que tanto persiguió a los hispanos equivaldría a avalar el racismo.
El mandatario dijo el domingo en entrevista con Fox News que consideraba con seriedad conceder un indulto a Arpaio en los próximos días. Trump describió al exjefe policial como “un gran patriota estadounidense” y señaló que le molesta ver lo que le está sucediendo.
Trump destacó los muchos años que Arpaio estuvo al servicio de la ley y señaló que muchos ciudadanos de Arizona respetaban su trabajo.
Pero todo eso fue antes de que al presidente se le viniera encima una lluvia de críticas por su tibia respuesta a los hechos racistas en Charlottesville, Virginia el sábado pasado. El presidente finalmente rectificó su posición y el lunes condenó a los grupos causantes de la violencia racial —“los KKK, neonazis, supremacistas blancos y otros grupos de odio”— y los tildó de “criminales y rufianes".
Los detractores de Trump y de Arpaio, ahora ven una similitud con un posible indulto para el exsheriff.
Cecillia Wang, subdirectora jurídica de la Unión Americana de Libertades Civiles, censuró la idea de que Trump pudiera indultar a Arpaio porque el exjefe policial violó órdenes judiciales que prohibían la detención ilegal de hispanos.
“No nos confundamos: Esto sería un aval presidencial al racismo”, aseveró.
En su afán de perseguir a los inmigrantes indocumentados, Arpaio detenía a cualquiera con apariencia de hispano para pedir documentos. A los que detenía los obligaba a vestir ropa interior rosada para humillarlos. A pesar de que un tribunal le ordenó detener esas prácticas, Arpaio las ignoró y por eso fue acusado de desacato a la corte.
Arpaio dijo el lunes que se enteró en la mañana de la declaración del presidente y que le alegraba el apoyo del mandatario. “Yo no lo pedí, pero si él lo ofrece, lo aceptaré porque no soy culpable. Así que le agradezco su interés en mi asunto aquí en Phoenix”, afirmó.
Los abogados de Arpaio presentaron el lunes por la tarde un par de mociones en una Corte de Distrito Federal de Phoenix, una para que se emita una sentencia absolutoria, y otra para que se anule el veredicto relacionado con un nuevo juicio. Las mociones no constituyen apelaciones.
Trump y Arpaio han sido aliados el último par de años. Arpaio hizo campaña a favor de Trump en mítines en Iowa, Nevada y Arizona, y señaló en un discurso ante la Convención Nacional Republicana que Trump impediría la llegada de inmigrantes al país en forma ilegal.
Trump también ha mencionado Arpaio en sus exhortos a favor de una política de inmigración más estricta y defendido las tácticas que convirtieron al exsheriff en figura nacional.