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El líder comunista Raúl Castro y el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel encabezaron el martes el desfile por el Día de los Trabajadores, la primera aparición conjunta de ambos dirigentes después de la sucesión gubernamental en la isla que significó un cambio generacional.
Castro, vestido con su uniforme y Díaz-Canel de camisa blanca, llegaron juntos a la Plaza de la Revolución para dar comienzo al acto en el cual marcharon cientos de miles de personas con carteles en los cuales se veía el rostro del ex presidente Fidel Castro y en defensa del sistema socialista.
“Es una demostración contundente de las sólidas bases de nuestra gloriosa revolución y del respaldo mayoritario de los trabajadores y el pueblo a la actualización del modelo económico y social”, dijo Ulises Guilarte de Nacimento, el secretario de la central sindical cubana a cargo del discurso que dio inicio al desfile. “Unidad, compromiso y victoria sintetizan nuestra decisión presente y futura”.
Díaz-Canel, un ingeniero de 58 años que viene de la militancia comunista de base, tomó la primera magistratura del país en una sesión parlamentaria a mediados de abril, tras el anuncio de Castro de que no aceptaría una reelección.
Es la primera vez en décadas en que lidera el país una persona no apellidada Castro. Raúl Castro retuvo el cargo de primer secretario del poderoso Partido Comunista de Cuba cuya misión por Constitución es dirigir al país en la construcción de una sociedad socialista.
En el acto por el Día de los Trabajadores se vio la interacción de los nuevos y viejos dirigentes en el podio. Junto a Castro, de 86 años y a Díaz-Canel se vio por ejemplo al octogenario José Ramón Machado Ventura y al mucho más joven canciller Bruno Rodríguez o a la vicepresidenta Mercedes López Acea.
Nadie sabe a ciencia cierta hasta dónde el cambio generacional y de estilo de Díaz-Canel signifique una transformación del país, que desde comienzos de década comenzó un lento proceso de reformas económicas y sociales como la apertura a la iniciativa privada, la normalización del mercado inmobiliario y la liberalización de los permisos de salida.
También hay interés en saber hasta dónde una figura del peso histórico de Castro permitirá a Díaz-Canel desarrollar una gestión propia.
Desde que tomó posesión el 19 de abril, Díaz-Canel ha sido el único que ha recibido a mandatarios invitados y que ha encabezado sesiones del Consejo de Ministros.