El anuncio del presidente Donald Trump el jueves de que canceló una reunión con el líder norcoreano Kim Jong Un planeada para el 12 de junio en Singapur ha generado reacciones que van desde decepción hasta aprobación.
Trump dijo que la reciente retórica de ira y hostilidad por parte de Pyongyang hace inapropiada la largamente planeada reunión en este momento.
El anauncio del presidente Trump tuvo lugar horas después que Corea del Norte desmantelara su sitio de pruebas nucleares. Algunos analistas como Melissa Hanham, del Middlebury Institute en California, criticó el momento del anuncio.
“Periodistas internacionales acababan de ser testigos de esta detonación, y que Trump cancelara la cumbre horas después va ser muy vergonzoso para Kim Jong Un”.
Pyongyang también ha liberado a tres rehenes estadounidenses durante una reciente visita del secretario de Estado, Mike Pompeo. Pero Corea del Norte criticó enérgicamente lo que sus líderes vieron como una comparación con Libia, que abandonó su programa nuclear en 2003.
Algunos analistas como James McKeon, del Centro para Control de Armas y No Proliferación, dicen que la Casa Blanca usó la enfadada respuesta de Corea del Norte como una excusa para salirse de la cumbre.
“El vicepresidente y el asesor de seguridad nacional John Bolton, han estado preparando el terreno durante las pasadas dos semanas, desde mi punto de vista, para intentar cancelar esta cumbre. Y lo hacen diciendo cosas como, esperamos que los norcoreanos hagan lo que Moammar Gadhafi hizo en Libia, que es esencialmente renunciar a su programa nuclear”.
El analista McKeon dice que no era realista esperar que Pyongyang acordara renunciar a su programa de armas nucleares de una sola vez. Pero agrega que cancelar la reunión permitirá tiempo para que expertos y diplomáticos hablen con los norcoreanos y quizás siente las bases para futura diplomacia.
