El republicano Paul Ryan fue reelegido como presidente del Congreso estadounidense para cumplir un periodo completo.
Ryan prestó juramento y ofreció un discurso en el que destacó el trabajo de los legisladores al señalar que "no estamos aquí para ser, estamos aquí para hacer".
Paul Ryan también destacó la transición pacífica de poder con el inicio del nuevo gobierno de Donald Trump. El presidente de la Cámara de Representantes también se dirigió a la oposición y dijo que habrán "acuerdos cuando sea posible", pero que por sobre todas las cosas debe prevalecer el respeto.
Al mismo tiempo, resaltó que los "contrastes nunca deben cegarnos de los temas de interés común".
Durante el primer día de instaurado el Congreso número 115, Ryan obtuvo fácilmente todos los votos necesarios con solo un voto republicano en contra emitido por el republicano por Kentucky, Tom Massie, quien le entregó su voto al republicano por la Florida, Daniel Webster.
A través de un tiut Paul Ryan dijo ser un “honor” haber sido elegido presidente del Congreso estadounidense.
Después de ocho años de estar batallando con un gobierno demócrata, Paul Ryan se convierte en el mayor aliado del Partido Republicano y la administración del presidente electo Donald Trump.
Ryan ganó por 239 votos a favor contra 189. Este resultado es una gran muestra de unidad del Partido Republicano.
Ryan fue elegido por primera vez cuando desempeñaba el cargo John Boehner, quien decidió retirarse de manera imprevista en octubre de 2015.
Ryan supo ganarse rápidamente el apoyo de los republicanos más conservadores, quienes regularmente se oponían a Boehner.
Los conservadores dijeron que ellos respaldan a Ryan porque los incluye en el proceso, incluso si ellos no apoyan la legislación final.
