Alrededor de 30.000 mujeres en Francia y, posiblemente, decenas de miles más en todo el mundo se enfrentan a la posibilidad de verse obligadas a extraer sus implantes de seno defectuosos que se sospecha están conectados a casos de cáncer.
Funcionarios de salud pública dijeron el martes que los implantes fueron realizados por la empresa de Implantes Prothese Poly, PIP, cuyos productos fueron retirados del mercado después de que se descubrió que eran hechos con un gel de silicona que no cumplían con las normas médicas.
Además de las 30.000 mujeres en Francia, Alexandra Blachere, presidente del grupo de apoyo de PIP, indicó que muchas otras mujeres de todo el mundo podrían verse afectadas.
"No se trata sólo de Francia. PIP ocupó el tercer lugar en el mundo y un 87% se exportaba. Así que estamos buscando entre 300.000 y 400.000 víctimas potenciales en todo el mundo".
El profesor Laurent Lantieri, un cirujano plástico que está en una comisión creada para investigar los implantes, dijo que las mujeres podrían hablar con sus cirujanos para discutir la extracción de los implantes.
"Poco a poco, vamos a poner en práctica lo que se necesita para que todos los pacientes pueden ser llamados por el cirujano y si así lo desean, pueden ser extraídos", declaró Lantieri.
La decisión de las autoridades francesas sobre la orden de remover los implantes se dará a conocer el viernes, después de que el Instituto Nacional del Cáncer publique su informe.