El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Sergio Moro, renunció el viernes a su cargo y acusó al presidente Jair Bolsonaro de injerencia, tras cambiar al jefe de la Policía Federal, Mauricio Valeixo, sin razón justificada.
Moro dijo a la prensa el jueves que le había advertido a Bolsonaro que destituir sin causa al jefe de la policía era un acto de injerencia política, pero el presidente decidió proceder, sin consultarlo. Añadió que tomó el acto como una señal de que ya no se deseaba su presencia en el puesto.
“Se podía cambiar el director general siempre que hubiera una causa coherente. No había una causa coherente”, dijo Moro. “La injerencia política que pudiera crear relaciones indebidas entre el director general o los superintendentes y el presidente es algo con lo que no puedo estar de acuerdo”, dijo.
El mandatario brasileño publicó en Twitter que “restablecerá la verdad” sobre las salidas de Moro y Valeixo en una conferencia de prensa.
Moro dijo en su discurso de despedida que desde el periodo de Lava Jato siempre le ha preocupado la posibilidad de una interferencia política en la Policía Federal y que estaba sorprendido por la salida de Valeixo. La oficina del presidente no respondió a una solicitud de comentarios.