El fiscal federal en Arizona, Dennis Burke, renunció tras de testificar ante el Congreso sobre el fracaso de 'Rápido y Furioso', una operación de agentes estadounidenses que dejaron pasar más de 2.000 armas a los cárteles de drogas mexicanos como carnada para rastrearlos.
La oficina de Burke asesoró al también depuesto Kenneth Melson, director de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) en el marco de la operación, que fue fustigada por legisladores estadounidenses y por las autoridades mexicanas, que en su momento no fueron informadas sobre el programa.
Melson será reemplazado por el fiscal de Minnesota Todd Jones como nuevo jefe para la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego, según informó el Departamento de Justicia.
El Congreso estadounidense anunció a fines de julio pasado que 122 de las armas de fuego traficadas a México bajo el operativo fueron halladas en escenas de crímenes cometidos en ese país y en el asesinato de un agente de la patrulla fronteriza estadounidense en Arizona en 2010.
Más de la mitad de las 2.020 armas no pudieron ser rastreadas, lo que implica que la operación, emprendida por la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF), del Departamento de Justicia, armó a los cárteles de drogas, denunciaron los legisladores.