Y en el segundo día después del anuncio de la renuncia del papa Benedicto XVI, los medios crearon la especulación.
¿Regresa el papado a Italia después de tres décadas de un Papa polaco y otro alemán? ¿O le toca ya a Latinoamérica, que tiene el 40% de los católicos del mundo? ¿O será esta vez el turno de los estadounidenses, como quisieran… los estadounidenses?
Las agencias noticiosas, los medios y las estaciones de televisión de Estados Unidos han identificado a algunos de los más “papables”. Entre ellos están:
El italiano Angelo Scola, de 71 años, arzobispo de Milán parece ser el favorito. Scola es cercano a Benedicto, es muy popular, muy intelectual y muy italiano.
Otro de los italianos es el cardenal Gianfranco Ravasi, de 70 años, quien dirige la oficina de cultura del Vaticano.
Entre los otros europeos sobresale el cardenal vienés Christoph Schoenborn, de 68 años, un estudioso de la teología, políglota, amable y uno de los preferidos de Benedicto.
Entre los Latinoamericanos se menciona al hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, también políglota, pero probablemente demasiado liberal para el usualmente conservador colegio de cardenales, que es el que decide.
Más posibilidades tienen el cardenal brasileño Odilo Pedro Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao Paulo, y el cardenal agentino Leonardo Sandri, de 69, que dirige la oficina del Vaticano para los ritos orientales de la iglesia, y que fue “la voz” de Juan Pablo II cuando el pontífice perdió la capacidad para hablar debido al Parkinson que padecía.
En África, un candidato interesante es Peter Kodwo Appiah Turkson, que dirige la oficina de justicia y paz del Vaticano.
En Estados Unidos, los medios quisieran incluir al cardenal Timothy Dolan de Nueva York, una figura carismática, y al cardenal Raymond Burke, un archiconservador que es el juez principal del Vaticano. Pero los estadounidenses, en realidad, tienen pocas probabilidades, entre otras cosas, por los problemas políticos que acarrearían a un puesto que de por sí ya tiene mucho poder.
Pero pese a toda la especulación, todavía no hay humo blanco.
¿Regresa el papado a Italia después de tres décadas de un Papa polaco y otro alemán? ¿O le toca ya a Latinoamérica, que tiene el 40% de los católicos del mundo? ¿O será esta vez el turno de los estadounidenses, como quisieran… los estadounidenses?
Las agencias noticiosas, los medios y las estaciones de televisión de Estados Unidos han identificado a algunos de los más “papables”. Entre ellos están:
El italiano Angelo Scola, de 71 años, arzobispo de Milán parece ser el favorito. Scola es cercano a Benedicto, es muy popular, muy intelectual y muy italiano.
Otro de los italianos es el cardenal Gianfranco Ravasi, de 70 años, quien dirige la oficina de cultura del Vaticano.
Entre los otros europeos sobresale el cardenal vienés Christoph Schoenborn, de 68 años, un estudioso de la teología, políglota, amable y uno de los preferidos de Benedicto.
Entre los Latinoamericanos se menciona al hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, también políglota, pero probablemente demasiado liberal para el usualmente conservador colegio de cardenales, que es el que decide.
Más posibilidades tienen el cardenal brasileño Odilo Pedro Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao Paulo, y el cardenal agentino Leonardo Sandri, de 69, que dirige la oficina del Vaticano para los ritos orientales de la iglesia, y que fue “la voz” de Juan Pablo II cuando el pontífice perdió la capacidad para hablar debido al Parkinson que padecía.
En África, un candidato interesante es Peter Kodwo Appiah Turkson, que dirige la oficina de justicia y paz del Vaticano.
En Estados Unidos, los medios quisieran incluir al cardenal Timothy Dolan de Nueva York, una figura carismática, y al cardenal Raymond Burke, un archiconservador que es el juez principal del Vaticano. Pero los estadounidenses, en realidad, tienen pocas probabilidades, entre otras cosas, por los problemas políticos que acarrearían a un puesto que de por sí ya tiene mucho poder.
Pero pese a toda la especulación, todavía no hay humo blanco.