Científicos argentinos descubrieron los primeros restos fósiles de un enorme dinosaurio de cuello largo llamado saurópodo, en la Antártida.
Los huesos fosilizados de esta bestia herbívora, conocido como Titanosaurio fueron hallados en la isla James Ross, localizada entre el extremo sur de del continente y el norte de la Península Antártica.
Los científicos creen que este descubrimiento indica que estas especies estaban más expandidas de lo que se creía previamente a través de las masas prehistóricas de tierra a fines del período geológico cretácico, hace unos 70 millones de años.
Restos de Titanosaurios han sido hallados ahora en los siete continentes del mundo. Sin embargo, cuando los pasos de estas gigantescas criaturas estremecían el suelo, las masas terrestres estaban arregladas en una configuración diferente a lo que es actualmente.
El nuevo hallazgo también apunta al potencial de la Antártida como un virtual, bien preservado, pozo de fósiles de dinosaurios.
Se cree que los Titanosaurios fueron una de las últimas especies de saurópodos que sobrevivieron a un cataclismo a finales del período cretácico, hace 65 millones de años atrás que eliminó permanentemente a todos los dinosaurios.
Un informe sobre un nuevo descubrimiento fue publicado en la revista alemana La Ciencia de la Naturaleza.