Estados Unidos ha indicado una nueva disposición a conversar con Corea del Norte, pero es difícil aún ver una resolución pacífica a la crisis nuclear en la península coreana en el futuro cercano.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo el domingo que piensa mantener abierto los canales de comunicación con Corea del Norte y está “escuchando” en busca una indicación de que el gobierno de Kim Jong Un está “listo para conversar”.
El cambio de tono de la administración del presidente Donald Trump hacia apoyar conversaciones exploratorias con Pyongyang, y alejarse de conversaciones de un ataque militar preventivo contra Corea del Norte ha surgido en respuesta a la distención olímpica negociada por el presidente surcoreano Moon Jae-in.
El acuerdo de Corea del Norte de participar en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang en Corea del Sur ha sido acompañado de una pausa en sus intensos esfuerzos durante el año pasado de desarrollar un misil balístico intercontinental que pueda alcanzar el territorio continental estadounidense. Estados Unidos contribuyó a la reducción de las tensiones al posponer ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur hasta después de las Olimpíadas.
Después de encabezar la delegación olímpica estadounidense en Corea del Sur, el vicepresidente Mike Pence también dijo que EE.UU. puede estar abierto a conversaciones informales sin condiciones, pero enfatizó que Estados Unidos continuará aumentando las sanciones a Corea del Norte hasta que Pyongyang acuerde conversaciones formales para renunciar a sus armas nucleares a cambio de garantías de seguridad y ayuda económica.