Un día después de la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra, su hijo y heredero en el trono, el rey Carlos III aseguró en su primer discurso como jefe de Estado mantendrá su promesa de continuar sirviendo a la corona.
"Como lo hizo la propia reina con tal devoción inquebrantable, yo también me comprometo ahora solemnemente, durante el tiempo restante que Dios me conceda, a defender los principios constitucionales en el corazón de nuestra nación”, dijo.
Isabel II murió el jueves a los 96 años de edad y tras 70 años al frente del Reino Unido y de la Commonwealth.
El monarca habló de la labor de la reina en tiempos tan cambiantes. Su reinado inció en 1947, en plena Segunda Guerra Mundial.
“Rindo homenaje a la memoria de mi madre y honro su vida de servicio. Sé que su muerte trae una gran tristeza a muchos de ustedes y comparto ese sentimiento de pérdida, sin medida, con todos ustedes”, dijo.
Cambios en el reino
Con la muerte de la monarca, la familia real asumirá cambios en nomenclaturas y jerarquías.
La esposa del rey, Camila, pasa a ser la reina consorte, como parte además de la petición expresa de la difunta monarca.
Los títulos de príncipe y princesa de Gales pasan al hijo mayor de Carlos, Guillermo, y a su nuera, Catalina, transmitiendo así los títulos que anteriormente ostentaban él y su difunta esposa, Diana.
En tanto Archie y Lilibet, hijos del Príncipe Harry y Megan Markle, pasan a ser príncipes. El matrimonio de Harry y Megan se distanció de la familia real tras una entrevista que esta ofreciera a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey y en la que aseguró que la familia real se oponía a que su hijo fueran declarado príncipe.
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