Ante la ola de miedo generada por las deportaciones masivas conducidas por el gobierno estadounidense, el senador demócrata Robert Menéndez se manifestó en contra de lo que llamó "tácticas crueles que enfrentan madres y niños indocumentados".
Menéndez reconoció que el único error de este grupo de personas fue escapar de una muerte segura en sus países, que pertenecen al Triángulo del Norte: El Salvador, Guatemala y Honduras y que las deportaciones sólo evidencian "un sistema que ha fracasado".
Al respecto, también se han pronunciado la presidenta del bloque de congresistas hispanos, Linda Sánchez, quien calificó las redadas de "inhumanas" y el congresista Luis Gutiérrez, quien considera que las redadas "no son la solución del partido demócrata".
"Esto no debe ser una sorpresa. Durante meses, he dicho públicamente que personas que caben dentro de las prioridades que tenemos al momento de aplicar la ley, como familias y niños no acompañados, serán deportados", indicó el secretario del DHS, Jeh Johnson.
"Prevemos que (los republicanos) realizarán exhortaciones apasionadas a favor de allanamientos y deportaciones", dijo Gutiérrez al intervenir en el pleno de la cámara baja.
"Los estadounidenses quieren orden y legalidad en inmigración, no deportaciones y familias separadas por la fuerza o exiliadas", agregó.
Por su parte, Menéndez también expresó su preocupación sobre el tema de la seguridad en las comunidades inmigrantes porque debido al temor generado por los agentes del ICE o la policía las personas "estarán aterrorizadas y disuadidas de acercarse a la policía para reportar crímenes mientras son obligados a vivir aún más en las sombras".
