El homenaje al “Rei” de la canción brasileña, Roberto Carlos, y la propia presencia del artista en el desfile, impulsaron a la tradicional “escola de samba” Beija-Flor (Picaflor o Colibrí), a ganar el concurso de Carnaval de Rio de Janeiro, el mayor espectáculo a cielo abierto del mundo.
La “escola do samba” de Nilópolis, llevó su estandarte azul y blanco a lo más alto, obteniendo su 13º campeonato.
Roberto Carlos, quien celebró en 2010 sus 50 años de carrera con una serie de conciertos en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, donde se encontraba cuando falleció su madre, Lady Laura, inspiración de su famosa canción, participó del desfile y dijo que el título representó "una de las más grandes -sino la más grande- consagración que he recibido en mi vida”.
Beija-Flor desfiló en último lugar con una contagiosa fantasía y una música elogiando la “simplicidad” del Roberto Carlos, que su cantante, Neguinho, hizo llegar al corazón de quienes asistieron al Sambódromo.
"La fuerza de la comunidad y el carisma de Roberto Carlos hicieron la diferencia en esta victoria", afirmó Neguinho, al festejar el triunfo del desfile titulado "La Simplicidad de un Rey" y que reunió a 4.000 músicos y bailarines y presentó ocho carros alegóricos.
La última carroza de Beija-Flor transportaba al propio Roberto Carlos vestido de blanco y azul, rodeado por 300 niños y delante de una gigantesca imagen de Jesucristo, en una alusión a su fe religosa.
Beija-Flor obtuvo del jurado del Carnaval 299,8 de los 300 puntos posibles y superó por 1,4 puntos a su principal rival en la lucha por el título, el campeón del año pasado, Unidos da Tijuca.
