El Sumo Pontífice Francisco recibió este viernes el saludo del cuerpo diplomático acreditado en el Vaticano.
Dos mensajes quedaron claros en su intervención: el deseo que tiene el papa en intensificar los contactos con el Islam y luchar verdaderamente contra la pobreza.
“¡Cuántos pobres hay todavía en el mundo! ¡Y cuánto sufrimiento afrontan estas personas! Como saben, son varios los motivos por los que elegí mi nombre pensando en Francisco de Asís, una personalidad que es bien conocida más allá de los confines de Italia y de Europa, y también entre quienes no profesan la fe católica. Uno de los primeros es el amor que Francisco tenía por los pobres", exclamó el papa.
El Pontífice agregó que hay otra pobreza que se debe enfrentar necesariamente, " la pobreza espiritual de nuestros días, que afecta gravemente a los países considerados más ricos. Luchar contra la pobreza tanto material como espiritual: edificar la paz y construir puentes", dijo.
En clara referencia a devotos de otras creencias, expresó que es necesario construir puentes entre los hombres, "es lo que mi predecesor, el querido y venerado papa Benedicto XVI, llama la 'dictadura del relativismo', que deja a cada uno como medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres".
"Quisiera precisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo", observó Francisco
Ante los embajadores, el Santo Padre dijo que sus orígenes italianos lo “impulsan” a construir puentes "por eso está siempre vivo en mí este diálogo entre lugares y culturas distantes entre sí, entre un extremo del mundo y el otro", puntualizó.
Dos mensajes quedaron claros en su intervención: el deseo que tiene el papa en intensificar los contactos con el Islam y luchar verdaderamente contra la pobreza.
“¡Cuántos pobres hay todavía en el mundo! ¡Y cuánto sufrimiento afrontan estas personas! Como saben, son varios los motivos por los que elegí mi nombre pensando en Francisco de Asís, una personalidad que es bien conocida más allá de los confines de Italia y de Europa, y también entre quienes no profesan la fe católica. Uno de los primeros es el amor que Francisco tenía por los pobres", exclamó el papa.
El Pontífice agregó que hay otra pobreza que se debe enfrentar necesariamente, " la pobreza espiritual de nuestros días, que afecta gravemente a los países considerados más ricos. Luchar contra la pobreza tanto material como espiritual: edificar la paz y construir puentes", dijo.
En clara referencia a devotos de otras creencias, expresó que es necesario construir puentes entre los hombres, "es lo que mi predecesor, el querido y venerado papa Benedicto XVI, llama la 'dictadura del relativismo', que deja a cada uno como medida de sí mismo y pone en peligro la convivencia entre los hombres".
"Quisiera precisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo", observó Francisco
Ante los embajadores, el Santo Padre dijo que sus orígenes italianos lo “impulsan” a construir puentes "por eso está siempre vivo en mí este diálogo entre lugares y culturas distantes entre sí, entre un extremo del mundo y el otro", puntualizó.