Los precandidatos a la nominación presidencial republicana Mitt Romney y Rick Santorum libran una intensa batalla por obtener el triunfo en las elecciones primarias de este martes 28 de febrero de 2012 en los estados de Michigan y Arizona, que podrían ser cruciales en sus aspiraciones políticas.
Según una encuesta difundida la víspera de las elecciones, el ex senador por Pennsylvania Santorum está prácticamente empatado en Michigan con el ex gobernador de Massachussets Mitt Romney, 37 frente a 35% de la intención de voto, después de haber estado a la cabeza de las preferencias la semana pasada.
De acuerdo con el sondeo hecho por The Mitchell Research/ Rosetta Stone, Romney mantiene una cómoda delantera en Arizona.
Según RealClearPolitics, ésta es de más de 13%%, pero una derrota en Michigan, su estado natal, sería humillante en el momento menos oportuno.
El ex gobernador de Massachusetts, tiene dificultad en ganar el apoyo de los conservadores que apoyan a Rick Santorum, el ex senador por el estado de Pennsylvania, quien apeló a los conservadores en Michigan, diciendo que ""no voy a permitir que élites vengan con ideologías falsas e ideas falsas para robarles su libertad e imponer el control del gobierno en sus vidas”.
Mientras tanto, Romney fue consultado en el programa Fox News Sunday cuánto piensa que durará la batalla por la nominación presidencial en el Partido Republicano, a lo que respondió que “es difícil de predecir. Pero estoy convencido de que voy a ser el nominado y de que estamos dispuestos a tomarnos el tiempo que lleve realizar el trabajo”.
Pero el experto Henry Olsen de American Enterprise Institute dice que Romney continúa teniendo problemas en ganar el apoyo de facciones conservadoras en el Partido Republicano. "Esa base extremadamente conservadora y que está extremadamente enfadadas, quiere alguien con principios que desafíe al presidente Obama, alguien enérgico y están firmemente en contra de Romney”, explicó.
Super Martes
Las primarias de Michigan y Arizona constituyen el preámbulo del Super Martes, cuando habrá contiendas electorales en 10 estados que deben despejar el camino del triunfo para cualquiera de los aspirantes, incluidos también el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, y el congresista por Texas Ron Paul.
Quien gane en Arizona, con una numerosa población hispana y donde Romney se vislumbra como favorito, se adjudicará los 29 delegados del estado, sin embargo el triunfador en Michigan podría no recibir la totalidad de los 30 delegados, ya que la distribución se hará según el número de distritos legislativos que gane cada contendiente.
Después de haber insistido en muchos de sus discursos de campaña sobre su interés, como cristiano conservador, en que la religión ocupe un lugar más prominente en la vida pública, Santorum está dando cada vez más realce al tema económico, que será clave en los comicios presidenciales de noviembre próximo.
En un artículo de opinión que publicó en el diario The Wall Street Journal, el ex senador abogó porque se establezcan sólo dos tasas tributarias sobre los ingresos, dijo estar a favor del controvertido oleoducto Keystone desde Canada, y prometió que de llegar a la Casa Blanca recortará en cinco años $5 billones de dólares del presupuesto.
Santorum ha seguido criticando a su más cercano rival por el desempeño que tuvo cuando fue gobernador, y ha dicho que el plan de Romney de reducir 20% los impuestos a todos los estadounidenses no es suficiente.
Por su parte, Romney argumenta que su principal contendiente dedica demasiado tiempo a hablar de asuntos sociales porque no tiene experiencia como él en el terreno de la economía, y por lo tanto no está calificado para crear empleos. “El senador Santorum es una buena persona, pero nunca ha tenido un trabajo en el sector privado”, dijo.
Hasta ahora, Romney es quien mayor cantidad de delegados acumula a su favor, con 123, mientras que Santorum tiene 72, Gingrich, 32, y Paul 19.
En total se necesitan 1.144 para obtener la nominación en la Convención del Partido Republicano que tendrá lugar en agosto entrante en Tampa, Florida.