Miles de personas se reunieron el domingo en el centro de Moscú para marchar en tributo al asesinado líder de la oposición, Boris Nemtsov.
Las autoridades rusas, usualmente lentas para otrogar permiso a manifestaciones grandes de oposición, aprobaron rápidamente la marcha del domingo.
Nemtsov, de 55 años, estaba supuesto a liderar un mitin en contra de la guerra y en contra de Putin en Moscú el domingo.
En su lugar, se espera que unas 50.000 personas lleguen a rendir honores al hombre al que el presidente estadounidense, Barack Obama, llamó un “defensor incansable” de los derechos del pueblo en Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el crimen parecía ser un asesinato por contrato, y dijo que era una “provocación”. El Kremlin dijo que el presidente personalmente seguirá de cerca las investigaciones.
Putin incluso envió una carta de pésame a la madre del lider asesinado, Dina Eidman, diciendo que lamentaba sinceramente la muerte de Nemtsov y la califica de pérdida irreparable.
Pero solo hace unas semanas, Nemtsov dijo al sitio web ruso de noticias Sobesednik que pensaba que Putin lo quería muerto.
“Temo que Putin me va a matar. Creo que es él quien ha desatado la guerra en Ucrania. No podría caerme más mal”, dijo Nemtsov.
Quienquiera que lo haya matado, ha enviado una señal a los enemigos de Putin que si Nemtsov pudo ser asesinado por su activismo político entonces nadie puede sentirse a salvo.