El gobierno ruso le prohibió a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) operar en el país y tendrá que poner fin a todas sus actividades a más tardar el próximo 1ro. de octubre, según dio a conocer este miércoles en Moscú la cancillería.
Las autoridades rusas acusan a la agencia de cooperación estadounidense de tratar de influir en asuntos de la política interior del país, empleando fondos para interferir en las elecciones mediante el apoyo a grupos que son críticos del gobierno.
De acuerdo con la nota difundida por la cancillería, "la decisión fue tomada en primer lugar porque el trabajo de los responsables de la agencia en nuestro país estaba lejos de adecuarse a los objetivos declarados de facilitar el desarrollo de la cooperación humanitaria bilateral".
El comunicado subrayó además que se trata de “intentos de influir los procesos políticos" mediante el otorgamiento de becas.
La decisión del presidente Vladimir Putin de expulsar a la USAID se suma a otras medidas adoptadas por su gobierno para limitar la labor de activistas que promueven la democracia, el respeto a los derechos humanos y abogan por elecciones libres en el país.
La USAID estuvo operando en Rusia durante dos décadas desde fines de la Guerra Fría, y desde entonces proporcionó $2.600 millones de dólares en asistencia a numerosas organizaciones, entre ellas grupos que vigilan el desarrollo de las elecciones e instituciones que luchan contra la tuberculosis, tratan de mejorar la calidad de la educación o de preservar el medio ambiente.
Las autoridades rusas acusan a la agencia de cooperación estadounidense de tratar de influir en asuntos de la política interior del país, empleando fondos para interferir en las elecciones mediante el apoyo a grupos que son críticos del gobierno.
De acuerdo con la nota difundida por la cancillería, "la decisión fue tomada en primer lugar porque el trabajo de los responsables de la agencia en nuestro país estaba lejos de adecuarse a los objetivos declarados de facilitar el desarrollo de la cooperación humanitaria bilateral".
El comunicado subrayó además que se trata de “intentos de influir los procesos políticos" mediante el otorgamiento de becas.
La decisión del presidente Vladimir Putin de expulsar a la USAID se suma a otras medidas adoptadas por su gobierno para limitar la labor de activistas que promueven la democracia, el respeto a los derechos humanos y abogan por elecciones libres en el país.
La USAID estuvo operando en Rusia durante dos décadas desde fines de la Guerra Fría, y desde entonces proporcionó $2.600 millones de dólares en asistencia a numerosas organizaciones, entre ellas grupos que vigilan el desarrollo de las elecciones e instituciones que luchan contra la tuberculosis, tratan de mejorar la calidad de la educación o de preservar el medio ambiente.
