Un sacerdote católico argentino fue condenado a 15 años de prisión por abuso sexual y corrupción de un menor que estaba bajo su tutela en una fundación que presidía, la Fundación Felices los Niños.
El joven tenía 19 años cuando hizo la denuncia en el 2002. Según dijo, cuatro años antes el sacerdote lo había sometido sexualmente.
El sacerdote Julio César Grassi, de 52 años, también fue denunciado por otros dos jóvenes de la fundación y se le adjudicaban 17 cargos de abuso sexual contra los menores.
Sin embargo, Grassi sólo fue declarado culpable por dos de los cargos y absuelto por los casos de los otros dos jóvenes que lo denunciaron, “Ezequiel” y “Luis”, según el periódico La Nación.
La fiscalía había pedido 30 años de prisión para el religioso.
Pero el Tribunal Oral 1 de Morón resolvió por unanimidad condenar a Grassi a 15 años de prisión, que cumplirá de forma efectiva una vez que la sentencia quede firme en una corte de apelaciones.
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Muchos se manifestaron en contra del fallo.
Nora Schulman, dirigente del Comité por los Derechos del Niño, una organización no gubernamental, dijo a la agencia de noticias AFP que el fallo no dejó conforme a nadie y que lo van a apelar.
La fiscalía y los abogados querellantes también dijeron estar “indignados”, según AFP, ya que Grassi quedará libre hasta que esté firme la sentencia y podría llegar a escaparse.
Los magistrados también dispusieron que Grassi no podrá cambiar de domicilio, acercarse a menores de edad, y concurrir a la Fundación Felices los Niños, que ayuda a unos 6.000 niños desamparados.
La agencia oficial católica AICA dijo en un comunicado que “ante las numerosas consultas llegadas” a la agencia, querían aclarar que “la autoridad eclesiástica no suele emitir juicio ni comentario alguno sobre la actuación de la justicia civil en casos en los que están involucrados miembros del clero, ya que la Iglesia acata, como siempre lo hizo en casos similares, el veredicto de la justicia civil, que es pareja para todos los ciudadanos”.