El brote del coronavirus está acechando a Estados Unidos, pero muy especialmente al área de Nueva York, donde ya se han reportado más de 180,000 casos y 8,627 muertes hasta el momento.
El gobernador Andrew Cuomo ha pedido extremar todas las precauciones para evitar una mayor propagación del virus. Una de las medidas impuestas ha sido la prohibición de celebraciones religiosas, sobretodo en esta época de Semana Santa.
Por eso, el Padre Fernando Echeverri de la parroquia Holy Name of Mary en Valley Stream(Long Island) reconoce, en una entrevista con la Voz de América, que la situación es “crítica”, por lo que ha tenido que buscar nuevas opciones para seguir ofreciendo sus servicios religiosos.
Gracias a las nuevas tecnologías, el sacerdote ha podido estar en contacto con varias personas enfermas y así dar los santos óleos. Por motivos de seguridad, no se le permite su entrada a las instalaciones hospitalarias.
“Aquí en Long Island estamos críticos. Muchos están contagiados en sus casas y otros están conectados en los hospitales, tengo muchos amigos que están conectados”, relataba sobre el éxito de sus servicios telemáticos.
El sacerdote explicó cómo procedía a hacer este tipo de rituales religiosos en época de coronavirus: “Doy la bendición, así me ponen a la persona muy cerca (a través del teléfono). Le doy la absolución virtualmente desde acá, una oración y un poquito de fortaleza”.
Son muchos los feligreses de su Iglesia que han caído enfermos de la COVID-19 o que tienen familiares que han perdido la vida a consecuencia de esta fatal pandemia. El párroco de esta iglesia de Nueva York tuvo un recuerdo especial para las víctimas y explicó que dedicó una ceremonia especial para ellos a través de internet.
“Me mandaron los nombres y las fotos de todos los que murieron, y pusimos en el altar alrededor de 300 fotos con los nombres y nos conectamos por Facebook. Mencionamos los nombres, tratamos de acercarlos un poquito a esa gracia y a esa bendición de tener una celebración religiosa”, apostilló satisfecho porque, por lo menos, han podido tener “unas honras fúnebres de una manera virtual”.
En algunas funerarias de Nueva York aceptan servicios fúnebres con la presencia física de hasta diez personas -siempre manteniendo el distanciamiento social-, pero el Padre Echeverri recuerda que el riesgo es alto.
“En la última funeraria, unos amigos me comentaron que todos salieron contagiados también. Esto es un pánico y un miedo colectivo”, subrayó.
Pese a esta difícil situación, el párroco aprovechó para mandar un mensaje de esperanza a todos sus fieles y aseguró que, después de todo, la población se acabará recuperando.
“Ese es el mensaje que le mandamos a todos en estos momentos de pandemia. Que, a pesar de todo, como el Ave Fénix, resurgiremos más fuertes”, sostuvo.
Con la colaboración de Antoni Belchi.
