¿Le gustaría saber a futuro e incluso antes de nacer qué enfermedades podría enfrentar su bebé?
El interés de un grupo de investigadores por descubrir los misterios del mapa o código genético del ser humano ha convertido a una niña en pionera en este tipo de estudios.
Poco tiempo después de su nacimiento, Amelia Sloan se convirtió en la primera infante a quien le harán un estudio completo de su código genético con tan solo extraerle una muestra de sangre.
La pequeña Amelia forma parte de un proyecto de investigación con cientos de recién nacidos para descodificarles su mapa genético.
De esta manera los padres pronto podrían inscribirse para participar de estudios menores para definir si se este tipo de estudios debería formar parte de los cuidados y exámenes neonatales normales.
Pero la gran interrogante es desde el punto de vista ético ¿Sería conveniente para el niño y la familia saber de antemano de qué enfermedad sufrirá en un futuro incluso desde antes de nacer?.
Otra interrogante es que tampoco se sabe el margen de error de los estudios y de la tecnología empleada.
La era de la revolución genética
"Esto es algo que ya estaba en el horizonte", dijo el doctor Alan Guttmacher, pediatra y especialista en genética de los Institutos Nacionales de salud de Estados Unidos (NIH).
El mes pasado el NIH anunció un proyecto piloto financiado con $25 millones de dólares que durará cinco años y se desarrollará en cuatro ciudades: Boston, San Francisco, Chapel Hill y Kansas City, para comenzar a responder algunas de las interrogantes, antes que la tecnología quede a disposición.
En la actualidad en Estados Unidos a los recién nacidos se les extrae en el hospital una pequeña cantidad de sangre del talón para diagnosticar por lo menos 30 enfermedades poco comunes.
Esta prueba permite identificar a varios miles de bebés a tiempo para darles tratamiento y prevenir la muerte, daños cerebrales y otros problemas. Se considera uno de los programas de salud pública más exitoso en el país.
Pero empezar a descifrar todo el código genético iría mucho más allá de lo que esa muestra de sangre revela, y por el momento no estaría disponible para ser aplicada como un examen rutinario.
El interés de un grupo de investigadores por descubrir los misterios del mapa o código genético del ser humano ha convertido a una niña en pionera en este tipo de estudios.
Poco tiempo después de su nacimiento, Amelia Sloan se convirtió en la primera infante a quien le harán un estudio completo de su código genético con tan solo extraerle una muestra de sangre.
La pequeña Amelia forma parte de un proyecto de investigación con cientos de recién nacidos para descodificarles su mapa genético.
De esta manera los padres pronto podrían inscribirse para participar de estudios menores para definir si se este tipo de estudios debería formar parte de los cuidados y exámenes neonatales normales.
Pero la gran interrogante es desde el punto de vista ético ¿Sería conveniente para el niño y la familia saber de antemano de qué enfermedad sufrirá en un futuro incluso desde antes de nacer?.
Otra interrogante es que tampoco se sabe el margen de error de los estudios y de la tecnología empleada.
La era de la revolución genética
"Esto es algo que ya estaba en el horizonte", dijo el doctor Alan Guttmacher, pediatra y especialista en genética de los Institutos Nacionales de salud de Estados Unidos (NIH).
El mes pasado el NIH anunció un proyecto piloto financiado con $25 millones de dólares que durará cinco años y se desarrollará en cuatro ciudades: Boston, San Francisco, Chapel Hill y Kansas City, para comenzar a responder algunas de las interrogantes, antes que la tecnología quede a disposición.
En la actualidad en Estados Unidos a los recién nacidos se les extrae en el hospital una pequeña cantidad de sangre del talón para diagnosticar por lo menos 30 enfermedades poco comunes.
Esta prueba permite identificar a varios miles de bebés a tiempo para darles tratamiento y prevenir la muerte, daños cerebrales y otros problemas. Se considera uno de los programas de salud pública más exitoso en el país.
Pero empezar a descifrar todo el código genético iría mucho más allá de lo que esa muestra de sangre revela, y por el momento no estaría disponible para ser aplicada como un examen rutinario.