Con cautela, pero agradecidas y con el reconocimiento de que es un paso importante, recibieron organizaciones no gubernamentales y las propias beneficiadas la noticia de la protección otorgada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a una docena mujeres con cáncer de mama en Venezuela.
Este viernes las ONG Centro de Justicia y Paz (Cepaz), Acción Solidaria y Prepara Familia - todas solicitantes de la medida- realizaron una rueda de prensa virtual para explicar su alcance y qué significan para ellas y las mujeres a las que apoyan.
Juan Carlos Mogollón, abogado que impulsó la resolución, detalló que esta solicitud fue presentada en junio de 2019 y que este tipo de medida se otorga cuando se identifica “un riesgo grave, inminente e irreparable de violación a algún derecho humano”.
En este caso, agregó, la comisión tomó en cuenta las “graves barreras que enfrentan las mujeres para acceder a un tratamiento médico adecuado”, situación que se considera en un punto “crítico” en el país. Por ello, solicitó que Venezuela adopte medidas para posibilitar el acceso a tratamiento médico adecuado, incluyendo los medicamentos necesarios, además de diagnósticos y exámenes.
El abogado expuso que “esto no se acaba aquí”. El gobierno debe informar cómo está cumpliendo con las medidas en un plazo de 15 días después de que fueron informadas, explicó.
“Vamos a seguir monitoreando las medidas. Vamos a seguir su cumplimiento. Y también vamos a promover que si no hay cumplimiento, se está demostrando que hay una violación de los derecho humanos en nuestro país”, afirmó Mogollón.
Por su parte, Luisa Rodríguez, presidenta de la organización Funcamama, organización también solicitante, aseguró que estas medidas son “un reconocimiento de la gravedad de la situación de las mujeres con cáncer de mama”.
“Son la respuesta a más de una década de trabajo, donde han sido cientos las mujeres que no ha logrado sobrevivir, y donde no se ve salida a esta realidad”, agregó.
En respuesta a la Voz de América, indicó que esperan una contestación por parte del Estado y que no haya represalia contra las beneficiarias de la medida.
“Esto es el antecedente, no solamente para los casos en Venezuela, para las otras mujeres con cáncer de mama; sino también para la región, de que el cáncer de mama es un problema de derechos humanos”, apuntó Rodríguez.
Igualmente, indicó que espera que sirva para que el programa humanitario en el país incluya, entre la respuesta humanitaria, a las mujeres con cáncer de mama.
Otra de las fundaciones solicitantes fue Senos Ayuda. Nancy Cardozo, gerente general, explicó que al principio, el grupo de mujeres que buscan la medida, era de unas 25. Sin embargo, debido, entre otras cosas, a que alguno requerimientos para la documentación necesaria resultaba costosos, el grupo se redujo a las seis que se acercaron a Funcamama y las otras seis que lo hicieron a Senos Ayuda.
Sobre sus expectativas, Cardozo apuntó que espera que el Estado venezolano “voltee a ver a las mujeres en Venezuela, y mucho más a las mujeres con cáncer de mama. Que cada día son diagnosticadas 19 mujeres, de esas, 15 de ella ingresan en estado tardío”.
“Es algo doloroso”
Cardozo lamentó que dos de las beneficiadas por las medidas de la CIDH perdieran la batalla contra la enfermedad en el proceso. Sin embargo, en la rueda de prensa participaron dos del grupo.
“Estoy muy feliz de que nos dieron esta medida cautelar”, aseguró Lery Viloria de González, quien fue diagnosticada en 2017.
Viloria explicó que su tratamiento fue radioterapia y una terapia química por cinco años con el medicamento tamoxifeno.
A pesar de haber recurrido en varias oportunidades al seguro social y como el medicamento no se encontraba en las farmacias del país, se vio en la necesidad de recurrir a familiares y amistades en el exterior, detalló.
“Lo más duro es que ya el proceso en sí de vivir esta experiencia es muy duro para nosotros como mujeres, además de estar sometidos a la indiferencia de organismo públicos que de ninguna manera te resuelven el problema”.
Recientemente, comentó, encontró el medicamento en el sector privado del país, que logró costear con ayuda.
Otras de las mujeres diagnosticas del grupo es María Alejandra Díaz, madre de dos niñas.
Díaz fue diagnosticada en 2015 y logró hacerse radioterapia y cirugía. Sin embargo, para poder continuar su tratamiento, tuvo que recurrir conocidos y fundaciones.
“Todo lo que implica tener cáncer en este país es algo doloroso, por todo lo que tenemos que pasar nosotras. Sobrellevar todo la carga que tenemos que llevar, y sin embargo seguir luchando junto con tu familia para lograr tener la salud, es bastante fuerte”, indicó.
Díaz debe realizarse otra cirugía y no ha podido reunir el costo para poder sufragarla. “En lo que va de año no he logrado realizarme los exámenes, pero vamos allí, poco a poco”, expuso.