Científicos chinos dicen que un nuevo medicamento está mostrando resultados prometedores para tratar y prevenir el COVID-19, y sostienen que podría ser efectivo para acabar con la pandemia antes de que esté lista una vacuna.
Científicos estadounidenses dicen que el tratamiento chino “tiene potencial”, pero podría tomar mucho tiempo antes de determinarse si es una opción realista.
El martes, científicos de la Universidad de Pekín, dijeron a los periodistas que ellos usaron anticuerpos tomados de 60 personas recuperadas del COVID-19 y luego determinaron qué anticuerpos específicos serán más efectivos para matar al coronavirus, en pruebas en animales. Dijeron que su proceso no solo podría acortar el tiempo de recuperación del COVD-19, sino que también podría ofrecer inmunidad al virus.
Este tratamiento es llamado “inmunización pasiva”.
“Es análogo con un bebé que ingesta los anticuerpos de su madre mientras amamanta. Los anticuerpos maternos ayudan a proteger al bebé de las infecciones”, dijo la doctora Laura Kahn, una investigadora del Programa de Ciencias y Seguridad Global, de la Universidad de Princeton. “Estos anticuerpos al COVID-19 deberían teóricamente ayudar a neutralizar el virus y evitar la enfermedad, dependiendo de cuánto tiempo los anticuerpos permanezcan en el cuerpo humano”.
El doctor del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas Zong-Mei Sheng explicó que el tratamiento trabaja de manera similar al plasma donado por pacientes recuperados.
“Yo no le llamaré medicamento. Esto es un anticuerpo, así como actualmente un hospital usa el plasma de pacientes recuperados que tienen anticuerpos neutralizantes”, dijo Sheng.
Sheng le dijo a la Voz de América que los anticuerpos neutralizantes pueden proteger contra el coronavirus, por lo que pueden usarse como tratamiento o como medida preventiva.
El tratamiento chino también podría ser efectivo frente a uno de los principales problemas al usar plasma donado de pacientes recuperados: la cantidad que se necesitaría actualmente para combatir la pandemia.
Sheng sostuvo: “porque en pacientes, el plasma no puede producirse en gran escala, por eso es que ellos [los científicos chinos] tratan de usar células-B para hacer más. Es una buen idea, pero es un proceso largo, y no sé si es realista”,
El proceso chino básicamente tomó anticuerpos de 60 pacientes y los examinaron con sofisticadas computadoras que muestran los distintos anticuerpos que hay en cada paciente. Los doctores entonces tomaron esos anticuerpos y los usaron para tratar a ratones infectados.
El científico a la cabeza del estudio, el profesor Sunney Xie, de la Universidad de Pekín, le dijo en una entrevista a la agencia de noticias AFP que el medicamento ha sido exitoso en pruebas en animales.
"Cuando inyectamos anticuerpos neutralizantes en ratones infectados, después de cinco días, la carga viral fue reducida por un favor de 2.500”, dijo Xie. “Eso significa que este potencial medicamento tiene un efecto terapéutico”.
Ya que este estudio solo ha completado las pruebas clínicas en animales pequeños, aún se desconoce cuánto tiempo le tomaría para convertirla en una droga efectiva específicamente contra el COVID-19.
Kahn dijo a la VOA que “tiene que pasar las fases 1, 2 y 3 de estudios clínicos" para valorar su eficacia y seguridad antes de ser aprobada para uso masivo.
“Estos estudios toman tiempo”, dijo Kahn. “No puedo darle un plazo exacto”.