La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió el lunes iniciar una investigación independiente sobre las muertes ocurridas durante violentas protestas en Chile el fin de semana, y mencionó "perturbadoras" acusaciones de uso excesivo de fuerza militar.
En un comunicado desde la sede de su despacho en Ginebra, la expresidenta chilena instó al diálogo inmediato entre las partes para detener "la retórica inflamatoria".
"Es esencial que todos los actos que han provocado lesiones y muerte, tanto por parte de las autoridades como de los manifestantes, sean sometidas a investigaciones independientes, imparciales y transparentes", sostuvo Bachelet, que tuvo dos mandatos como presidenta en la nación sudamericana.
Autoridades locales dijeron el lunes que la cifra de muertos por los disturbios durante el fin de semana en Chile subió a 11 personas, luego de un recrudecimiento de la violencia y el vandalismo en la capital a pesar de una orden de toque de queda en las últimas dos noches.
Fin de semana de protestas
Los disturbios fueron la respuesta a un alza del precio del transporte público anunciado el viernes, que luego fue suspendido. No obstante, manifestantes enmascarados incendiaron autobuses, estaciones del metro, supermercados, bancos y el edificio de una de las principales compañías de electricidad.
En las calles, las llamas y el humo se mezclaron con gases lacrimógenos y cañones de agua que usaron las autoridades para contener a los manifestantes, mientras las fuerzas armadas se movilizaron en la ciudad por primera vez en 30 años, de la época de Augusto Pinochet.
Miles de residentes de Santiago de vecindarios ricos y pobres por igual, salieron a las calles para expresar un latente descontento por el alza del nivel de vida y otros servicios públicos.
Las manifestaciones se propagaron por todo el país durante el fin de semana.
Los grandes daños sufridos por el Metro de Santiago superan los 300 millones de dólares y habrá estaciones y líneas que tardarán meses en volver a quedar operativas, dijo este domingo al Canal 13 de televisión Louis de Grange, el presidente de la compañía.
Al menos 78 estaciones del ferrocarril metropolitano sufrieron destrozos y algunas de ellas resultaron completamente destruidas.
La ministra de Transportes, Gloria Hutt, indicó que la red del metro de Santiago estará cerrada este lunes, con excepción de la línea 1, que funcionará de manera parcial.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, habló el domingo por la noche por TV en la segunda noche de toque de queda y expresó de un mundo brutal el momento que atraviesa su país.
“Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite, que está dispuesto a quemar nuestros hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible”, expresó.
Rodeado de militares, el presidente afirmó que “los vándalos son verdaderos criminales”, aunque dijo entender que “nuestros compatriotas tienen derecho a protestar y compartimos muchas de sus inquietudes y necesidades”.
También en su cuenta de Twitter se refirió a la situación.
El caos se extendió al aeropuerto de Santiago, donde cientos de vuelos fueron cancelados. Miles de personas esperaban en las terminales la reprogramación de sus vuelos, durmiendo en los pasillos, a los que empezaron a sumarse quienes llegaban a la capital y preferían no trasladarse a sus alojamientos en pleno toque de queda.
Los estudiantes llamaron a nuevas movilizaciones para el lunes.