Ya sea la que sobra de una majestuosa comida en un restaurante, o de una hogareña cacerola, todos hemos, en algún momento, sentido la tentación de guardar la comida que quedó para picar luego.
Pero el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) ha emitido un llamado de alerta referente a seguridad alimenticia.
Los expertos de la USDA explican que las bacterias en las sobras de comida que están más de dos horas sin ser guardadas en el refrigerador se duplican cada 20 minutos. Y algunas de ellas que producen toxinas o venenos, pueden provocar la enfermedad conocida como “intoxicación alimentaria”.
Una vez que la comida ya fue servida, la agencia recomienda que si los alimentos se guardan luego en el refrigerador, deben consumirse en los próximos tres días.
Aunque los fabricantes de refrigeradores no lo recomiendan, la comida se puede poner directamente allí aunque todavía esté caliente. La otra opción es dividir la comida en partes, para que su temperatura baje rápidamente antes de empacarla en la nevera.
En el momento de guardar la comida, lo ideal es evitar que entre en contacto con el aire de modo que los frascos o recipientes deben estar bien cerrados. Esto previene la entrada de bacterias, mientras que mantiene la humedad.
El congelador
La otra opción es congelar la comida y en este caso usted tiene entre tres y cuatro meses para consumir los alimentos.
USDA recomienda descongelar la comida con agua fría o en el horno microondas. Recalentar algo congelado, aparte de añadir tiempo al proceso, no crea problemas de salud al consumidor.
