La oposición en el Senado de Brasil volvió a postergar la votación sobre el ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), en una clara respuesta al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que a comienzos de semana aseguró a su par venezolano, Hugo Chávez y a los miembros del Mercosur, durante la cumbre realizada en Montevideo, que la cámara alta del Congreso brasileño aprobaría la integración de Venezuela al bloque.
La integración de Venezuela ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y el debate en el senado fue ahora postergado para el próximo martes. La postergación fue una clara expresión de desagrado por parte del senado que entendió la actitud del presidente Lula da Silva como una imposición.
"La adhesión de Venezuela le agrega escala y complementariedad a nuestro bloque. Compañero Chávez, por fin mañana el Senado Federal de Brasil va a aprobar la entrada de Venezuela en el Mercosur. Nuestro comercio intrazona fue uno de los primeros en salir de la crisis; los intercambios de Brasil con sus socios deben alcanzar 28 mil millones de dólares este año", dijo Lula da silva al hablar en la Cumbre en Montevideo.
En la sesión del Senado brasileño del miércoles, legisladores de oposición volvieron a arremeter contra el presidente venezolano, Hugo Chávez, indicando que bajo su conducción el país no cumple la llamada cláusula democrática del boque sudamericano.
Arthur Virgilio, líder de la bancada del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), el principal de oposición, sostuvo que con la presidencia de Chávez, Venezuela no está preparada para ingresar al Mercosur. El gobernante venezolano "demuestra desprecio por la cláusula democrática, le falta al respeto a las minorías, no respeta la alternancia en el poder ni la libertad de prensa", afirmó.
La adhesión plena de Caracas al bloque, que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y tiene como socios a Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, también depende de la aprobación del Congreso de Paraguay, donde el Gobierno del presidente Fernando Lugo retiró en agosto el pedido del Congreso para evitar que una mayoría del Senado lo rechace.