El Senado de Estados Unidos someterá a votación este jueves una resolución que pide al presidente Donald Trump “poner fin al uso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para hostilidades contra Irán” a menos que esas acciones sean autorizadas por el Congreso.
Trump rechaza la medida, argumentando que sería peligroso limitar sus poderes de guerra y, antes de la votación, exhortó a la mayoría republicana del Senado a oponerse.
“Es muy importante para la SEGURIDAD de nuestro país que el Senado de Estados Unidos no vote a favor de la Resolución de Poderes de Guerra con Irán”, dijo Trump en un mensaje de Twitter. “Nos va muy bien con Irán y este no es el momento de mostrar debilidad”.
Trump dijo también que “los estadounidenses respaldan abrumadoramente nuestro ataque” al general Qassem Soleimani, eliminado el mes pasado en un ataque de drones ordenado por el presidente en el aeropuerto de Bagdad.
“Si mis manos están atadas, Irán se quedaría con el campo libre”, añadió Trump. “Envía una muy mala señal. Los demócratas solo están haciendo esto para avergonzar al Partido Republicano. ¡No permitan que suceda!”
Después de considerar varias enmiendas a la resolución no vinculante, los senadores la someterán a voto y existe la posibilidad de que cinco republicanos se unan a los 47 demócratas de la cámara de 100 miembros para aprobar la medida.
Es casi seguro que Trump la vetará y los partidarios de la resolución no cuentan por el momento con dos tercios del Senado para invalidar al presidente.
El senador demócrata Tim Kaine, promotor de la resolución, dijo al Senado que la medida que presentó “es sobre el Congreso reclamando su legítimo papel en las decisiones de guerra. La resolución es bien simple. No debemos estar en guerra con Irán si el Congreso no vota para autorizar esa guerra”.
“Aunque el presidente tiene y debe tener siempre la capacidad de defender a Estados Unidos de un ataque inminente, el poder ejecutivo para iniciar una guerra termina ahí. Una guerra ofensiva requiere un debate congresional y una votación”, añadió.
Sin embargo, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, preguntó en oposición a la medida: “¿qué mensaje enviaría el Senado a los soldados estadounidenses? ¿deben tener la duda de si sus propios líderes están autorizados para defenderlos?”.
“¿Qué mensaje debemos enviar a nuestros socios y aliados regionales?”, continuó McConnell. “¿Pueden contar con la continua solidaridad de Estados Unidos? ¿Qué diría esto a los verdaderos grandes poderes, competidores como Rusia y China, si ni siquiera podemos estar unidos ante un retador menor como Irán?. Enviemos el mensaje correcto con nuestros votos. Derrotemos esta resolución desorientada”.
Otro senador republicano, John Thune, dijo que la muerte de Soleimani estuvo justificada, y describió la resolución de poderes de guerra como “una respuesta desacertada y potencialmente problemática a la acción del presidente”.
La muerte de Soleimani aumentó las tensiones entre EE.UU. e Irán a principios de este año, y revivió un viejo debate sobre el papel que el Congreso debe desempeñar para supervisar la capacidad del presidente para administrar las operaciones militares en el extranjero.
En las casi dos décadas transcurridas desde los ataques del 11 de septiembre de 2001, los legisladores estadounidenses han revisado el tema de la aprobación del Congreso para conflictos con poco éxito.
Esos esfuerzos tomaron nueva energía después de una sesión informativa de inteligencia del 8 de enero que según los demócratas del Congreso y dos senadores republicanos no informó suficientemente al Congreso sobre la estrategia de la administración en el Oriente Medio.
Los senadores republicanos Rand Paul y Mike Lee dijeron que la sesión sobre el compromiso de Trump con Irán después de la muerte de Soleimani fue una de las peores a las que habían asistido durante su tiempo en el Senado de EE.UU.
Kaine ganó el apoyo de ambos más los votos de los republicanos Susan Collins, Todd Young y Jerry Morgan para lograr la mayoría necesaria para aprobar la legislación.
La acción del Senado sobre la resolución de los poderes de guerra sigue a una serie de votos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos destinados a abordar las crecientes tensiones con Irán.
En enero, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reconoció que Soleimani era una persona terrible, y subrayó la importancia del debate en el Congreso sobre los poderes de guerra.
La Cámara votó casi en línea con el partido el 9 de enero, aprobando una resolución no vinculante, similar a la legislación de Kaine, con una votación de 224-194.
La representante Elissa Slotkin, demócrata que copatrocinó la legislación, dijo en un discurso en la Cámara de Representantes: "Si nuestros seres queridos van a ser enviados a pelear en una guerra prolongada, el presidente le debe una conversación al público estadounidense. La resolución que votaremos hoy nos permite comenzar ese debate como lo pretendieron nuestros fundadores”.
Más adelante en el mes, un par de proyectos de ley que limitan la autoridad militar de Trump fueron aprobados en la Cámara con cierto apoyo republicano. El primer proyecto de ley limita los fondos para acciones militares en el extranjero si el presidente no ha solicitado la aprobación del Congreso para sus acciones.
El segundo proyecto de ley derogó la resolución de Autorización de Fuerza Militar (AUMF) de 2002 que fue ampliamente utilizada por los presidentes de ambas partes para justificar las acciones militares de EE.UU. en el extranjero.
Trump usó el AUMF de 2002, en parte para justificar su ataque contra Soleimani, y también citando una amenaza inminente para el personal de EE.UU. en el exterior.
La Casa Blanca dijo que Trump vetaría ambas partes de la legislación aprobada por la Cámara si pasaba en el Senado, de mayoría republicana.