Ocho días después de la peor matanza en la historia de Estados Unidos, el Senado estadounidense rechazó cuatro propuestas que habrían restringido la compra de armas y expandido la revisión de antecedentes de los compradores.
La votación fue tal que al final los senadores rechazaron propuestas de ambos partidos para impedir que incluso extremistas puedan comprar armas de fuego.
Una de las medidas hubiera bloqueado a los incluidos en una cantidad de listas de vigilancia, incluyendo a quienes no se les permite volar. Otra habría expandido la revisión de antecedentes para compra de armas en las ferias de venta de armas y en las ventas por internet.
Los demócratas dijeron que las propuestas del Partido Republicano eran inaceptablemente débiles, mientras que los republicanos afirmaron que las iniciativas demócratas eran excesivamente restrictivas.
“Me siento mortificado por la votación de hoy”, dijo el demócrata Chris Murphy, quien la semana pasada habló durante 15 horas hasta asegurarse de que harían caso a su demanda de actuar sobre la violencia armada.
“¿Y qué voy a decir a las 49 familias dolientes [en Orlando]?”, se preguntó el demócrata por Florida, Bill Nelson. “Tristemente voy a tener que decirles que es la NRA [la Asociación Nacional de dueños de armas] la que ganó de nuevo”.
“Todos estamos de acuerdo en que los terroristas no deben poder comprar un arma”, dijo el senador republicano por Texas, John Cornyn. “El asunto es si lo vamos a hacer de una forma que sea constitucional”, agregó.
La votación siguió el patrón de otros intentos anteriores. Luego de la masacre de 20 niños de una escuela primaria en Newton, Connecticut, y también tras el ataque terrorista en San Bernardino, California, donde murieron 14 personas, el congreso estadounidense fue incapaz de hacer nada.