Una semana después del mortal tiroteo en una centro nocturno gay en Orlando, Florida, el Senado de Estados Unidos tiene previsto votar sobre una serie de propuestas para bloquear la venta de armas a sospechosos de terrorismo y expandir el chequeo de personas que compran armas de fuego.
No está claro si algunas de las medidas de control de armas pueden ser aprobadas por el Congreso, donde la mayoría republicana dice que el terrorismo doméstico inspirado por el grupo Estado islámico es el culpable de la masacre en Orlando.
“No hemos hecho nada. Nada en absoluto. Tengo suficiente con la actual matanza de inocentes, hemos tenido suficiente inacción en el Senado”, dijo el senador demócrata Chris Murphy.
Los republicanos, como el senador John Cornyn, insisten en que enfocarse en el control de armas es equivocado.
“Necesitamos una estrategia para derrotar a ISIS, que es la inspiración para estos ataques aquí en el país”, indicó Cornyn.
En Orlando, la semana pasada, el presidente Barack Obama pidió que se supere la división política.
“Abrazé a familiares dolientes y padres. Y me preguntaron, ¿Por qué eso sigue sucediendo? Y suplicaron que hagamos más para detener la matanza. No les importa la política”, dijo Obama.
Demócratas y republicanos temen que el ataque en Orlando no sea el último tiroteo masivo en Estados Unidos.