Un grupo de vigilancia de Washington señaló el jueves a Ivanka Trump, la hija del presidente Donald Trump y una de las asesoras de la Casa Blanca, de usar su cuenta de Twitter para cuestiones gubernamentales y comentarios políticos, violando la ley federal estadounidense.
El grupo Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, CREW por sus siglas en inglés, dijo que a principios de los dos años y medios de la presidencia de Trump, su hija de 37 años usó ante todo su cuenta de Twitter para compartir mensajes sobre asuntos oficiales del gobierno.
Pero CREW indicó que desde marzo de 2018, Invanka Trump también ha publicado múltiples declaraciones políticas, incluyendo esta semana una en la que promovió un mitin para la campaña de reelección de su padre en 2020.
CREW pidió a la Oficina del Asesor Legal Especial, OSC por sus siglas en inglés, que investigara el uso de Ivanka Trump de su cuenta de Twitter. Es la misma agencia de gobierno que recomendó hace una semana que otra asesora de Trump Kellyanne Conway, fuese despedida de su trabajo en la Casa Blanca después de que ha publicado comentario en línea y ofrecido entrevistas en televisión atacando a los candidatos demócratas que buscan reemplazar a Trump en las elcciones de 2020. Trump rechazó la queja sobre Conway y se mantiene como una de sus asesoras principales.
Lea: Trump rechaza sugerencia para despedir a asesora Kellyanne Conway.
La Ley Hatch en EE.UU. prohíbe la participación directa de empleados del gobierno en actividades políticas mientras están en funciones.
El director ejecutivo de CREW, Noah Bookbinder, dijo que en el caso de Ivanka Trump, "se ha vuelto claro que este abuso desenfrenado de los cargos públicos no es un problema de 'una manzana mala', sino mas bien una característica clave de la Casa Blanca de Trump".
Aseguró que Ivanka Trump "básicamente le tocó la nariz" a las leyes federales que prohíben actividades políticas en el trabajo a empleados gubernamentales. "Nunca antes hemos sido testigos de ese nivel de comportamiento politizado ilegal, y no debe permitirse que continúe".
La Casa Blanca no tuvo comentarios de forma inmediata al señalamiento.
Pese a la similitud en el nombre, la Oficina del Asesor Legal Especial no tiene relación con el fiscal especial Robert Mueller, cuyo equipo investigó la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y si el presidente Trump trató de obstruir a la justicia.