Nicaragua tenía confirmados hasta el domingo cuatro casos positivos de coronavirus, dos de ellos recientemente confirmados. Una persona ha muerto de la enfermedad y otra se encuentra en condición estable.
El secretario de Salud, Carlos Sáez, dijo que está dando seguimiento a las personas que estuvieron en contacto con los casos reportados.
“Continúan en seguimiento responsable y cuidadoso 15 personas que son contacto de los casos importados o que llegaron ellas o ellos mismos, de otros países con brotes fuertes. Todos y todas en buenas condiciones, gracias a Dios”, dijo el funcionario.
Los dos últimos casos son una mujer de 52 años y un hombre de 70, ambos llegados desde Estados Unidos. El hombre está en condición de alto riesgo por su edad y otros padecimientos crónicos previos.
Mientras esta situación avanza, el país sigue enfrentando una crisis de dengue, con 506 casos reportados hasta la segunda semana de marzo, según el boletín epidemiológico del Ministerio de Salud. También hay más de cinco mil casos sospechosos.
El médico especialista en infectología, Carlos Quant, dijo a la Voz de América que es probable que las estadísticas de coronavirus cambien durante las próximas semanas y meses.
“Esas estadísticas pueden cambiar, porque esta es una enfermedad nueva, no es como el dengue. El dengue es una enfermedad que ya la conocemos desde la década de los 80. Ha estado con nosotros durante muchísimas décadas, pero para el nuevo coronavirus no tenemos inmunidad, no tenemos defensas”, dijo el especialista.
En tanto, la ciudadanía expresa desconcierto al desconocer la forma para identificar los síntomas de cada una de estas enfermedades y no confundirlas.
La comerciante Juana Berrios expresó que no sabe “cómo distinguirlos porque realmente ha habido siempre la epidemia de enfermedades respiratorias, y algunas ni nos dicen el nombre, cómo se llaman. Uno cree que es una gripe normal, y como puede ser normal puede ser mortal”.
El doctor Quant señala que la mayor diferencia entre ambas enfermedades son las complicaciones respiratorias, que se manifiestan severamente en una persona que está infectada por COVID-19.
“Efectivamente, aunque la tos es una similitud, en el caso del dengue se caracteriza por fiebre elevadas con escalofríos, dolor intenso en el cuerpo, dolor de cabeza, dolor retro ocular, mucho ataque al sistema general, pero los síntomas respiratorios son inaparentes, son muy leves, molestias en la garganta, pero no es lo que predomina el cuadro”, explicó.
“Con COVID-19 los síntomas son básicamente respiratorios, molestias en la garganta, tos seca o leve y dificultades para respirar”, añadió.
La probabilidad de infección también es muy diferente entre estas enfermedades que se mantienen en vigilancia epidemiológica según el Ministerio de Salud.
“La probabilidad de infección con la COVID-19 es muy alta, con el dengue una vez que te da alguno de los cuatro serotipos uno desarrolla inmunidad contra el serotipo específico, con esta enfermedad, como es muy nueva no tenemos ningún tipo de defensa desarrollada y toda la población de Nicaragua está en riesgo de infectarse”, dijo el experto.