Residentes de este de la ciudad siria de Alepo, en poder de la oposición, se despertaron el viernes con una nueva ola de ataques aéreos, en medio de enfrentamientos entre fuerzas del gobierno y rebeldes, parte de una devastadora campaña militar por parte de Siria y Rusia que activistas de la oposición dicen ha matado a decenas de personas en la semana pasada.
El presidente Bashar al-Assad ha expresado su intención de recapturar el norte de la ciudad en poder de los rebeldes, diciendo que una victoria militar en Alepo proveería al ejército sirio un “trampolín” de donde liberar a otras áreas del país.
“Tienes que seguir limpiando esta área y empujar a los terroristas a Turquía para que regresen de donde vinieron, o matarlos. No hay otra opción”, dijo Assad en una entrevista con un medio de prensa ruso, Komsomolskaya Pravda, divulgada el jueves.
Fuerzas del gobierno sirio han rodeado la mitad este de Alepo, sitiando a decenas de miles de personas y ha realizado ataques aéreos diarios. El sitio y el mortal bombardeo han causado una protesta internacional y varios países y grupos han acusado a Siria y Rusia de crímenes de guerra en conexión con los ataques a instalaciones médicas y convoyes.
El presidente Barack Obama planeó reunir a su Consejo de Seguridad Nacional para una altamente anticipada reunión sobre Siria el viernes. Después de haber cortado las conversaciones diplomáticas con Rusia tras el fracaso del cese el fuego en Siria, la administración Obama ha estado tratando de encontrar una nueva estrategia viable para terminar con la violencia, cuando el derramamiento de sangre en Alepo y otras partes de Siria continúa.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, reportó el viernes decenas de muertos en bombardeos aéreos nocturnos en el este de Alepo.
