Los combates se propagaron el domingo en los suburbios occidentales de la ciudad siria de Alepo, mientras los rebeldes tratan de dividir una fuerza gubernamental respaldada por Rusia que tiene sitiada la mitad oriental de la ciudad atacándola desde atrás.
Monitores dicen que por lo menos 41 civiles han resultado muertos en la más reciente ofensiva, mientras la agencia estatal de noticias siria SANA dijo que otros 35 sufrieron los efectos de “gases tóxicos” en dos distritos controlados por el gobierno. El informe vincula el ataque con gas a lo que llama “organizaciones terroristas” afiliadas a Turquía y Arabia Saudita.
Zahir Hajjo, un médico en un hospital de Alepo dice que "Quince diferentes heridas fueron causadas por la diseminación de gas tóxico. Los síntomas desplegados por los heridos eran espuma por la boca, nausea y vómitos. Teníamos heridos en condición mediana y leve”.
Rebeldes y monitores dijeron que la mayoría de los combates el domingo se centraron en la lucha por un proyecto de apartamentos de vivienda en un distrito occidental, que si es capturado, pondría a los rebeldes a varios kilómetros del centro del oeste de Alepo, controlado por el gobierno sirio.
Los rebeldes han usado coches bombas suicidas y artillería pesada en su ataque desde el oeste, que fue lanzado el viernes.
Alepo, la mayor ciudad siria, ha estado dividida entre fuerzas del gobierno, milicias rebeldes, extremistas islámicos y combatientes kurdos desde 2012, un año después que estallara la guerra civil. La mayor parte de la ciudad está en ruinas ahora.
