El mediador internacional en las conversaciones en Ginebra entre las autoridades de Damasco y los rebeldes sirios, Lakhdar Brahimi, dijo que el espinoso tema de la formación de un gobierno de transición empezará a ser abordado cuando el diálogo se reanude este martes.
Brahimi dijo que aunque las posiciones del gobierno y la oposición siguen siendo muy distantes en todos los asuntos, al menos en apariencia existe la disposición de continuar negociando la paz luego de casi tres años de guerra.
Un vocero de la oposición, Munther Akbeik, dijo la víspera que su delegación había acudido a las conversaciones para discutir acerca de la transferencia de poderes y de un nuevo gobierno interino, pero que los representantes del presidente Bashar al Assad rehusan hablar del asunto.
El asesor del gobierno sirio Boutheina Sha'aban dijo sin embargo a la prensa que era imposible llegar a ningún acuerdo a menos que la oposición estuviera dispuesta a discutir sobre el terrorismo y la presencia de combatientes extranjeros entre sus filas en Siria.
“Hay 83 países que están enviando combatientes a Siria—dijo—y lo que señalamos y estableció la primera conferencia (de paz) de Ginebra fue: vamos a detener el combate, el terrorismo y lanzar un proceso político donde los sirios decidan sobre el futuro de Siria”.
Uno de los temas más controversiales sigue siendo el futuro de Assad. La oposición sostiene que el gobernante ha perdido legitimidad y no debe ser incluido en un futuro gobierno, pero Damasco se niega a aceptar su salida del poder.
Brahimi dijo que aunque las posiciones del gobierno y la oposición siguen siendo muy distantes en todos los asuntos, al menos en apariencia existe la disposición de continuar negociando la paz luego de casi tres años de guerra.
Un vocero de la oposición, Munther Akbeik, dijo la víspera que su delegación había acudido a las conversaciones para discutir acerca de la transferencia de poderes y de un nuevo gobierno interino, pero que los representantes del presidente Bashar al Assad rehusan hablar del asunto.
El asesor del gobierno sirio Boutheina Sha'aban dijo sin embargo a la prensa que era imposible llegar a ningún acuerdo a menos que la oposición estuviera dispuesta a discutir sobre el terrorismo y la presencia de combatientes extranjeros entre sus filas en Siria.
“Hay 83 países que están enviando combatientes a Siria—dijo—y lo que señalamos y estableció la primera conferencia (de paz) de Ginebra fue: vamos a detener el combate, el terrorismo y lanzar un proceso político donde los sirios decidan sobre el futuro de Siria”.
Uno de los temas más controversiales sigue siendo el futuro de Assad. La oposición sostiene que el gobernante ha perdido legitimidad y no debe ser incluido en un futuro gobierno, pero Damasco se niega a aceptar su salida del poder.