El Ejército Libre Sirio (ELS) dio a conocer qué condiciones exige para liberar a 48 iraníes que fueron tomados como rehenes este mes en Damasco, la capital de Siria.
En una entrevista con la Voz de América, el vicejefe del ELS, coronel Malik al-Kurdi, dijo que los rehenes serían puestos en libertad si el gobierno iraní respeta los derechos humanos “de su propio pueblo” y ayuda a poner fin al baño de sangre en Siria.
“Es una simple demanda formulada por el pueblo sirio, que es reprimido y está siendo martirizado semana tras semana”, dijo al-Kurdi.
Los iraníes fueron capturados a bordo de un autobús en Damasco el pasado 4 de agosto a sólo pocos kilómetros de donde combatían los rebeldes y tropas gubernamentales.
Las autoridades de Teherán dicen que eran peregrinos. A principios de mes el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, dijo que algunos de ellos eran miembros retirados de la Guardia Revolucionaria y del ejército de la República Islámica, pero habían viajado a Siria por motivos religiosos.
El coronel al-Kurdi dijo que Siria está en guerra, que ningún peregrino ha entrado al país y que el ELS había proporcionado “pruebas convincentes” de que los iraníes eran de la Guardia Revolucionaria. Los rebeldes sirios sostienen que los prisioneros estaban en “misión de reconocimiento”.
En años recientes, cientos de miles de iraníes han viajado a Siria para visitar la mezquita de Sayeda Zeinab, un santuario religioso en Damasco. Pero el gobierno iraní ha sido un aliado incondicional del presidente sirio Bashar al Assad durante los 17 meses de rebelión antigubernamental en ese país.
En una entrevista con la Voz de América, el vicejefe del ELS, coronel Malik al-Kurdi, dijo que los rehenes serían puestos en libertad si el gobierno iraní respeta los derechos humanos “de su propio pueblo” y ayuda a poner fin al baño de sangre en Siria.
“Es una simple demanda formulada por el pueblo sirio, que es reprimido y está siendo martirizado semana tras semana”, dijo al-Kurdi.
Los iraníes fueron capturados a bordo de un autobús en Damasco el pasado 4 de agosto a sólo pocos kilómetros de donde combatían los rebeldes y tropas gubernamentales.
Las autoridades de Teherán dicen que eran peregrinos. A principios de mes el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, dijo que algunos de ellos eran miembros retirados de la Guardia Revolucionaria y del ejército de la República Islámica, pero habían viajado a Siria por motivos religiosos.
El coronel al-Kurdi dijo que Siria está en guerra, que ningún peregrino ha entrado al país y que el ELS había proporcionado “pruebas convincentes” de que los iraníes eran de la Guardia Revolucionaria. Los rebeldes sirios sostienen que los prisioneros estaban en “misión de reconocimiento”.
En años recientes, cientos de miles de iraníes han viajado a Siria para visitar la mezquita de Sayeda Zeinab, un santuario religioso en Damasco. Pero el gobierno iraní ha sido un aliado incondicional del presidente sirio Bashar al Assad durante los 17 meses de rebelión antigubernamental en ese país.