Un informe de la comisión de la ONU que investiga los crímenes cometidos en Siria confirmó que en los últimos meses grupos armados opuestos al presidente Bashar al-Assad se han ido radicalizando mientras que las fuerzas del gobierno recuperan el control de zonas importantes del país.
El reporte difundido este miércoles en Ginebra señala que no sólo se han registrado masacres, torturas y ejecuciones sumarias perpetradas por fuerzas gubernamentales sino también por combatientes islamistas de grupos como al-Nusra, al-Sham y el Estado de Irak Islámico, afiliados a la red al Qaeda.
De acuerdo con el documento de 42 páginas redactado por una comisión internacional de juristas, "con excepción de Alepo, las fuerzas gubernamentales han reforzado su control en las grandes ciudades y en los centros económicos importantes", incluidos sitios relevantes como Homs y zonas rurales de Damasco.
Los expertos, que llevaron a cabo la investigación entre el 15 de mayo y el 15 de julio último encabezados por el brasileño Sergio Pinheiro, mencionan el fracaso de la oposición en sus intentos por unificarse bajo un comando coherente y sostienen que los grupos radicales tienen ahora ventaja sobre las facciones moderadas entre los rebeldes.
También dicen que no se vislumbra una “solución militar” al conflicto pero que la permeabilidad de las fronteras sirias ha permitido la creciente llegada al país de combatientes extranjeros y hecho que se incremente la influencia en la crisis de elementos extremistas.
Advierten además que una intervención militar extranjera en Siria tendría como consecuencia el aumento en el sufrimiento de la población civil y liquidaría las expectativas de una solución negociada.
El reporte difundido este miércoles en Ginebra señala que no sólo se han registrado masacres, torturas y ejecuciones sumarias perpetradas por fuerzas gubernamentales sino también por combatientes islamistas de grupos como al-Nusra, al-Sham y el Estado de Irak Islámico, afiliados a la red al Qaeda.
De acuerdo con el documento de 42 páginas redactado por una comisión internacional de juristas, "con excepción de Alepo, las fuerzas gubernamentales han reforzado su control en las grandes ciudades y en los centros económicos importantes", incluidos sitios relevantes como Homs y zonas rurales de Damasco.
Los expertos, que llevaron a cabo la investigación entre el 15 de mayo y el 15 de julio último encabezados por el brasileño Sergio Pinheiro, mencionan el fracaso de la oposición en sus intentos por unificarse bajo un comando coherente y sostienen que los grupos radicales tienen ahora ventaja sobre las facciones moderadas entre los rebeldes.
También dicen que no se vislumbra una “solución militar” al conflicto pero que la permeabilidad de las fronteras sirias ha permitido la creciente llegada al país de combatientes extranjeros y hecho que se incremente la influencia en la crisis de elementos extremistas.
Advierten además que una intervención militar extranjera en Siria tendría como consecuencia el aumento en el sufrimiento de la población civil y liquidaría las expectativas de una solución negociada.